¿Hasta que sólo tengamos que pagar gasolina importada? ¿y luego qué?, ¿también tendremos que , como en Cuba, someternos a los alumbrones, es decir el lapso que te benefician con luz? ¿O será necesaria la cartilla de racionamiento para comprar en las tiendas disponibles para la masa, ya que los miembros del partido y sus adlateres, como en todos los regímenes comunistas tienen sus tiendas especiales, reservadas para ellos y los diplomáticos acreditados ante el país? Y en el caso nuestro ¿también tendremos que importar gas?
Otra característica de regímenes como la antigua URSS o lo que es hoy Cuba y Corea del Norte, no puedes salir del país si no tienes un permiso especial que te brinda el Estado, ¿eso también estás dispuesto a aguantar?.
Los que no entienden o no ven hacia dónde nos está conduciendo este descabellado régimen, harían bien en dejar de lado el personalismo, la criticadera sistemática, la plañidera, la resignación, la depresión y unirse a quien, mal que bien, representa lo poco que nos queda de institucionalidad y no seguir pidiéndole peras al olmo, sino más bien echarse al hombro el peso de una resistencia unida que no quiere más atropellos, que no quiere esperar más hasta que ya no quede espacio para reaccionar, que entienda, de una buena vez que divididos jamás venceremos.
Lo de la gasolina debe ser la gota que rebase el vaso. ¿Queremos aún más humillaciones para reaccionar? Otros pueblos, se llamen ucranianos, tunecinos, egipcios, sudafricanos, húngaros, checoslovacos, alemanes, encontraron la manera de desmantelar regímenes poderosos y oprobiosos. ¿Será que acaso los venezolanos somos menos que ellos?
Lo peor que nos puede ocurrir es resignarnos a la tragedia y encontrar en las gotas que nos dan, alivio para nuestras penurias. Debemos recordar las palabras que repetimos sin pensar de nuestro himno nacional “Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó”.