EL VENEZOLANO COLOMBIA
Venezuela abrió su décima semana de cuarentena con 77 casos de COVID-19, lo que marca un nuevo récord desde que se anunciara el primer caso y eleva la cifra de contagios totales hasta los 618 en el país.
«En las ultimas 24 horas se han detectado 77 nuevos casos», dijo a través de la televisión estatal VTV la jefa de la Comisión Presidencial para la Prevención, Atención y Control del COVID-19, Delcy Rodríguez.
Los 77 nuevos contagios superan la cifra de 45 que informó el régimen venezolano el pasado sábado, la más alta hasta hoy.
Pero el número de fallecidos por el coronavirus se mantiene en 10, según datos del régimen, lo que convierte a Venezuela en uno de los países con menos fallecidos por la enfermedad de la región.
De acuerdo con la funcionaria, el 83% de estos nuevos casos son «importados» de países como Perú, Colombia y Brasil, desde donde varios miles de venezolanos han regresado en medio de la pandemia «al no tener acceso a la salud gratuita», como -aseguró- ocurre en Venezuela.
«En estos países, se les persigue, se les condena por ser venezolanos y han tomado la decisión de regresar a nuestra patria», añadió la también vicepresidenta del régimen venezolano.
Rodríguez además anunció que se decretó toque de queda en el municipio Páez del estado de Apure, que la ciudad de Guasdualito, limita con Colombia.
La medida entrará en vigencia a partir de las 10 de la noche de este martes.
A partir del martes, las restricciones a la movilidad se mantendrán entre las 4:00 de la tarde y las 10.00 de la mañana.
Nicolás Maduro, decretó el inicio de la cuarentena el pasado 17 de marzo, luego de que se conocieran los primeros contagios en el país.
La medida implicó el cierre de escuelas, dependencias gubernamentales y la mayoría de los comercios, siendo los supermercados y farmacias los únicos negocios con permisos para permanecer abiertos, aunque con restricciones.
Pero en las últimas semanas, Efe ha constatado que cada vez más locales considerados no esenciales, como ferreterías, viveros y hasta autolavados han comenzado a abrir sus puertas de manera tímida, sin que esto haya acarreado sanciones o multas.