
EL VENEZOLANO COLOMBIA
La designación de Gloria Esperanza Arriero López como próxima directora de Migración Colombia ha encendido un debate público. Su hoja de vida, publicada en el portal de aspirantes de la Presidencia, revela una trayectoria profesional que genera interrogantes sobre su idoneidad para el cargo.
A esto se suman las críticas por sus publicaciones en la red social X, donde ha expresado opiniones controvertidas contra figuras políticas, periodistas y expresidentes, además de respaldar posturas cuestionables sobre temas internacionales y migratorios. Este artículo explora los aspectos que han puesto a Arriero en el centro de la controversia.
Un perfil profesional bajo escrutinio
Gloria Arriero, comunicadora social con una especialización en Alto Gobierno, detalla en su currículo experiencia en trabajo con comunidades indígenas y roles administrativos. Sin embargo, su recorrido profesional carece de vínculos directos con la gestión migratoria o las relaciones internacionales, áreas fundamentales para liderar Migración Colombia.
Esta ausencia de expertise ha levantado dudas sobre su capacidad para asumir un puesto que requiere conocimientos técnicos y diplomáticos en un contexto de crecientes flujos migratorios.
Mensajes que generan rechazo
Las publicaciones de Arriero en X han sido un punto focal de las críticas. En ellas, ha arremetido contra diversas figuras públicas con un lenguaje agresivo. Por ejemplo, calificó al expresidente estadounidense Donald Trump de “torpe” y usó términos despectivos para referirse a sectores sociales, lo que ha sido interpretado como una postura poco diplomática.
Asimismo, sus ataques a medios de comunicación, a los que llamó “prepago”, y a periodistas como Darcy Quinn han alimentado la percepción de intolerancia hacia la prensa.
Posturas políticas radicales
Arriero ha manifestado apoyo explícito a figuras y causas polémicas. En un mensaje, defendió la reelección del presidente Gustavo Petro, una idea que contraviene la Constitución colombiana, argumentando que es necesaria para consolidar la justicia social. También expresó simpatía por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, acusando a Estados Unidos de intentar derrocarlo.
Estas declaraciones, junto con su respaldo a mensajes del extinto grupo guerrillero M-19, han generado preocupación sobre su imparcialidad en un cargo que exige neutralidad.
Críticas a figuras públicas y sus implicaciones
La futura directora no ha escatimado en señalamientos contra políticos colombianos. Acusó a la representante Catherine Juvinao de actos indebidos y cuestionó duramente al expresidente Álvaro Uribe con expresiones vulgares.
Estos antecedentes plantean interrogantes sobre su capacidad para manejar con tacto las relaciones con actores clave en el ámbito migratorio, donde la diplomacia es esencial para abordar temas como la deportación de migrantes o las políticas fronterizas.
Un nombramiento en tela de juicio
El nombramiento de Arriero pone en evidencia la importancia de seleccionar funcionarios con experiencia técnica y un discurso conciliador. Sus publicaciones, que abordan temas migratorios desde una perspectiva ideologizada, y su falta de trayectoria en el área sugieren desafíos para su gestión. La opinión pública espera claridad sobre cómo abordará las complejidades de Migración Colombia en un contexto de tensiones regionales y humanitarias.


