
EL VENEZOLANO COLOMBIA
Este 7 de mayo de 2025, la Ciudad del Vaticano alberga un evento trascendental: el cónclave para seleccionar al nuevo Papa, tras el fallecimiento de Francisco el pasado 21 de abril.
Cardenales de diversos rincones del planeta se congregan en un ritual milenario, cargado de simbolismo, para decidir quién guiará a la Iglesia católica en un mundo lleno de retos.
Un ritual ancestral
El cónclave, cuyo nombre proviene del latín “cum clave” (con llave), es una asamblea secreta donde los cardenales electores, aislados del exterior, deliberan hasta elegir al nuevo líder espiritual.
Este mecanismo, instaurado hace siglos, busca garantizar una decisión libre de presiones mundanas, centrada en la voluntad divina y las necesidades de la fe católica.
El proceso de votación
La jornada arranca con una solemne ceremonia en la Basílica de San Pedro, seguida del traslado a la Capilla Sixtina. Allí, los cardenales escriben en papeletas el nombre de su candidato, depositándolas en una urna sagrada.
Cada escrutinio culmina con la quema de los votos: humo oscuro señala que no hay acuerdo, mientras que un humo claro proclama la elección del nuevo pontífice, requiriéndose una mayoría de dos tercios.
Los protagonistas del cónclave
Un total de 133 cardenales, originarios de 71 naciones, participan en esta elección, reflejando la universalidad de la Iglesia. La mayoría, designados por Francisco, podrían inclinar la balanza hacia un líder que continúe su legado de apertura y justicia social.
Sin embargo, la presencia de figuras nombradas por pontífices anteriores introduce matices diversos, prometiendo un debate enriquecido por perspectivas globales.
Expectativas y desafíos
Aunque los nombres de los candidatos permanecen en secreto, figuras como el italiano Pietro Parolin, diplomático experimentado, o el filipino Luis Antonio Tagle, conocido por su carisma pastoral, suenan entre los posibles sucesores.
El elegido enfrentará dilemas cruciales: desde el avance de la secularización en Occidente hasta el crecimiento de la fe en África y Asia, pasando por debates internos sobre inclusión y reformas estructurales.
Un momento decisivo
La elección del nuevo Papa no solo definirá el rumbo de la Iglesia, sino que también influirá en su papel como voz moral en un mundo polarizado. El cónclave de 2025, descrito como uno de los más diversos en la historia, pondrá a prueba la capacidad de la institución para adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia. La espera por el humo blanco mantiene en vilo a millones de fieles, ansiosos por conocer al pastor que liderará su camino espiritual.