
TRABAJADORES Y TRABAJADORAS DE VENEZUELA!
Hoy, primero de mayo, no estamos para celebrar. No hay nada que festejar en un país donde la dignidad del obrero ha sido pisoteada, donde el esfuerzo diario del trabajador ha sido reducido a la miseria, donde los derechos conquistados con sangre y lucha han sido arrebatados por un régimen que, durante más de 25 años, ha hecho trizas el futuro de la clase obrera venezolana.
Desde la Confederación de Trabajadores de Venezuela, alzo mi voz con profunda indignación. Este no es un llamado cualquiera, es un grito de lucha, una denuncia contundente ante la tragedia nacional que vive nuestra clase trabajadora.
UNA VIDA REDUCIDA A CINCO DÓLARES
Hoy, mientras una familia promedio necesita más de 750 dólares mensuales para cubrir una canasta básica alimentaria, el trabajador venezolano no devenga ni cinco dólares al mes. ¡Cinco dólares!
¿Acaso eso no es un crimen?
¿Acaso eso no es una forma brutal de esclavitud moderna?
¿Acaso eso no representa la demolición absoluta del salario como instrumento de justicia social?
LOS JUBILADOS: HUMILLADOS Y OLVIDADOS
Y qué decir de nuestros jubilados. Hombres y mujeres que dedicaron décadas de su vida al progreso del país, que depositaron su confianza, su sudor y su dinero en un sistema de pensiones, hoy son burlados con asignaciones de un dólar mensual. ¡Un dólar!
¿Qué se puede comprar con eso? Ni un pan. Esa humillación no tiene nombre. Es una burla sangrante a quienes construyeron la Venezuela que este régimen ha destruido.
EL ESTADO DESTRUYÓ EL TRABAJO
Se destruyeron las industrias básicas del Estado, las empresas privadas grandes, medianas y pequeñas.
Se arrasó con el aparato productivo. Se aniquiló el derecho al trabajo digno.
Hoy, los trabajadores del sector salud, educación, comercio, servicios, construcción, industria y campo se encuentran reducidos a la indigencia laboral, mientras una cúpula corrupta se reparte las riquezas del país desde sus mansiones y con sus cuentas en el extranjero.
EL 1º DE MAYO NO ES FIESTA: ES RESISTENCIA
Este 1º de mayo, que nació en Chicago en 1886 como símbolo de la lucha por la jornada laboral de 8 horas, es una fecha para la resistencia, no para la fiesta.
Fue la clase obrera estadounidense, con los mártires de Haymarket a la cabeza, la que alzó su voz contra la explotación.
Y hoy, más de un siglo después, es la clase obrera venezolana la que debe retomar esa llama de lucha. No podemos permitir que nos sigan pisoteando.
UN LLAMADO URGENTE A LA UNIDAD
Hacemos un llamado claro, firme y sin ambigüedades:
A todo el pueblo trabajador de Venezuela, a los obreros de Guayana, a los educadores, a los trabajadores públicos y privados, a los desempleados, a los jóvenes sin futuro, a los jubilados olvidados, a las mujeres trabajadoras que sostienen los hogares en medio del hambre:
UNÁMONOS. Basta ya de división. Basta ya de miedo.
ANTE LA FARSA DEL 25 DE MAYO: DIGNIDAD Y VERDAD
Este 25 de mayo, se pretende una nueva farsa electoral. No para elegir, sino para ratificar acuerdos ocultos y repartos de poder entre cómplices del régimen.
Esa no es una elección. Es una escenografía montada para legitimar lo ilegitimable: el fraude electoral del 28 de julio del año pasado, cuando el pueblo, de la mano de María Corina Machado, eligió un cambio, y ese cambio fue negado mediante la usurpación descarada del poder.
A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL: ¿DE QUÉ LADO ESTÁN?
A la comunidad internacional, le decimos con firmeza:
No pueden seguir mirando hacia otro lado.
No pueden seguir dialogando con dictadores como si fueran demócratas.
Tienen que decidir de qué lado están:
¿Están del lado de la democracia o del autoritarismo?
¿Están con los pueblos oprimidos de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, Colombia, o con sus verdugos?
QUE ESTE DÍA MARQUE UN PUNTO DE QUIEBRE
Este primero de mayo debe marcar un punto de quiebre.
Que sea el día en que la clase obrera venezolana se levante con una sola voz.
Que sea el día en que la dignidad le gane a la miseria.
Que sea el día en que nuestros hijos vean que fuimos capaces de enfrentar las causas reales de esta tragedia:
un régimen fascista, dictatorial, corrupto y usurpador que ha destruido las instituciones y los derechos humanos fundamentales.
¡LA LUCHA OBRERA NO HA MUERTO!
¡LA DIGNIDAD DEL TRABAJADOR VENEZOLANO NO SE NEGOCIA!
¡ES HORA DE RECUPERAR A VENEZUELA DESDE LA CALLE, CON ORGANIZACIÓN, RESISTENCIA Y UNIDAD!
¡Viva el 1º de mayo como día de la resistencia obrera!
¡Viva la lucha de los trabajadores de Venezuela!
¡Abajo la dictadura!