
EL VENEZOLANO COLOMBIA
Desde un lugar no revelado y con acceso limitado a los medios, la dirigente opositora María Corina Machado aseguró que su equipo está trabajando intensamente dentro de Venezuela.
Aunque sus apariciones públicas han sido escasas en los últimos meses, la líder reafirma que el plan para enfrentar al régimen de Nicolás Maduro sigue avanzando, ahora desde una estrategia menos visible y más estructurada.
El deterioro económico como punto de inflexión
Machado identificó la grave situación financiera del país como una de las principales vulnerabilidades del gobierno actual. Durante marzo, el bolívar sufrió una fuerte depreciación, complicando aún más la actividad comercial, especialmente por la brecha creciente entre la tasa oficial del dólar y el mercado paralelo. Las empresas, enfrentadas a costos impagables, han debido reducir operaciones o suspender importaciones, exacerbando la inflación y afectando directamente a la población.
Este escenario, según el líder opositora, representa una oportunidad para movilizar a un país agotado por el colapso de su economía.
Fricciones en el aparato represivo
Otra debilidad que Machado destaca es la erosión de la lealtad dentro de las fuerzas de seguridad. Informes recientes han reportado deserciones en el estamento militar, lo que indicaría una creciente inconformidad entre oficiales.
Para la exdiputada, el respaldo que aún sostiene a Maduro se basa en el control absoluto y el miedo: vigilancia interna, amenazas y presión sobre quienes integran los cuerpos armados.
“Las estructuras de poder que apoyan al régimen están tan vigiladas como la ciudadanía común”, afirmó Machado, sugiriendo que el desgaste no es solo social, sino también institucional.
Máxima presión internacional como nueva bandera
En paralelo a sus esfuerzos internos, el dirigente ha intensificado su trabajo diplomático. En particular, ha buscado robustecer el respaldo de Washington. La Casa Blanca, bajo el segundo mandato de Donald Trump, ya ha comenzado a tomar medidas contundentes, como la revocación de la licencia de operaciones a Chevron en Venezuela, acción que podría impactar seriamente los ingresos petroleros del chavismo.
Machado también ha propuesto una EE.UU. declarar a Maduro como líder del Tren de Aragua, una organización criminal con creciente influencia regional, lo que implicaría sanciones más severas y un mayor aislamiento diplomático.
Una estrategia de resistencia sostenida
Lejos de los reflectores, María Corina Machado ha reconfigurado su movimiento político. Ya no se enfoca exclusivamente en el terreno electoral, sino en desmontar los pilares del poder chavista a través de tácticas silenciosas y alianzas estratégicas. Aunque enfrenta enormes retos, incluyendo mantener cohesionada a su base y proyectarse como una opción real de cambio, asegura que el momento del silencio está más próximo de lo que muchos imaginan.
“Hoy veo el futuro más cerca que hace un mes”, sentenció con optimismo.