
EL VENEZOLANO COLOMBIA
La política venezolana se viste de luto con el fallecimiento de Fernando Martínez Mottola, ex ministro y figura clave en la oposición. Su muerte se produjo meses después de haber abandonado la Embajada de Argentina en Caracas, donde permaneció refugiado junto a otros disidentes durante nueve meses.
Martínez Mottola fue un colaborador activo en la lucha democrática y asesor de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), lo que lo convirtió en un blanco del régimen de Nicolás Maduro. Su historia refleja los riesgos y dificultades que enfrentan quienes desafían al gobierno chavista.
Un líder en la lucha por la democracia
Miembro destacado de la oposición venezolana, Martínez Mottola dedicó gran parte de su trayectoria a la defensa de las instituciones y la búsqueda de una transición política en el país. Su participación en los procesos de negociación le otorgó reconocimiento dentro y fuera de Venezuela, pero también lo convirtió en objetivo de persecución.
El partido Voluntad Popular destacó su valentía y compromiso con la causa democrática. «Asumió el riesgo de ser un colaborador de primera línea», señaló en un comunicado.
El asilo en la embajada argentina y su salida en diciembre
En marzo de 2024, Martínez Mottola se refugió en la sede diplomática argentina junto a otros cinco opositores tras la emisión de órdenes de captura en su contra por parte del fiscal general de Venezuela. Durante meses, la embajada estuvo rodeada de fuerzas de seguridad, mientras los asilados enfrentaban restricciones extremas en el acceso a servicios básicos.
En diciembre, el ex ministro abandonó la residencia tras alcanzar un acuerdo personal con el fiscal Tarek William Saab. Aunque logró regresar a su hogar, su estado de salud y las condiciones de presión que enfrentó en sus últimos meses siguen siendo motivo de especulación.
Un final marcado por la persecución
El líder opositor Edmundo González Urrutia y la activista Elisa Trotta lamentaron su fallecimiento, recordándolo como un demócrata comprometido. Trotta denunció que sus últimos días estuvieron marcados por el acoso del gobierno de Maduro y la constante amenaza de represalias.
«Fernando fue un servidor público de vocación. Que descanse en paz. Que haya justicia», expresó la activista. Hasta el momento, las autoridades venezolanas no han emitido declaraciones sobre las circunstancias de su muerte.
Los refugiados que siguen en la embajada
Mientras tanto, la situación de los otros cinco opositores que permanecen en la Embajada de Argentina sigue siendo crítica. Denuncias recientes indican que continúan sin luz eléctrica, con acceso limitado a agua potable y alimentos.
Desde agosto de 2024, la sede diplomática quedó bajo la protección de Brasil, luego de que la administración de Maduro expulsara al cuerpo diplomático argentino. Sin embargo, en septiembre, el gobierno venezolano revocó esta autorización tras acusar a los asilados de planear actos desestabilizadores.
A pesar de las restricciones impuestas, la Cancillería brasileña ha reiterado su compromiso con la custodia del lugar hasta que se designe un nuevo país mediador.
La muerte de Fernando Martínez Mottola pone de relieve las duras condiciones que enfrentan los opositores venezolanos en su lucha contra el chavismo. Su legado queda marcado por la resistencia y la búsqueda de una transición democrática.
Mientras su partida deja un vacío entre quienes defienden el cambio en Venezuela, la situación de los asilados en la Embajada de Argentina sigue siendo un recordatorio de la persecución política que persiste en el país.