EL VENEZOLANO COLOMBIA
A semanas de asumir la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump avanza en la preparación de su plan de deportaciones masivas, una de las promesas centrales de su campaña. Según expertos, el foco inicial recaerá sobre más de 180.000 migrantes indocumentados monitoreados electrónicamente por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y que cuentan con órdenes de deportación vigentes.
Los primeros en la lista: migrantes bajo vigilancia del ICE
El programa de Alternativa a la Detención (ATD, por sus siglas en inglés) incluye a miles de personas indocumentadas bajo seguimiento continuo por parte del ICE. Estas personas, quienes portan dispositivos electrónicos como tobilleras o están sujetos a vigilancia a través de sus celulares, forman parte de una lista prioritaria para las deportaciones.
Se estima que 181.888 migrantes incluidos en este programa enfrentan órdenes de expulsión definitivas, lo que los convierte en el primer objetivo de las políticas migratorias de la próxima administración.
Enfoque inicial en quienes tienen antecedentes penales
Aunque no se han emitido declaraciones oficiales por parte del equipo de Trump sobre el tratamiento de este grupo en particular, los antecedentes indican que la administración planea priorizar a migrantes con historial delictivo. Durante su campaña, el presidente electo aseguró que su enfoque estaría en garantizar la seguridad nacional, haciendo énfasis en deportar a quienes representan una amenaza.
Expertos consultados por medios como Telemundo destacan que la administración entrante se centrará inicialmente en este grupo debido a la facilidad de localización que proporciona el monitoreo electrónico.
Preparativos para un cambio radical
Desde su victoria en noviembre, Donald Trump ha trabajado activamente en la conformación de su gabinete, designando a funcionarios que comparten su visión sobre una política migratoria más estricta. Estas designaciones buscan garantizar que las deportaciones masivas puedan ejecutarse de manera rápida y eficiente tras su toma de posesión el 20 de enero.
El plan, según analistas, no solo apunta a cumplir con una promesa electoral, sino también a enviar un mensaje claro sobre la postura del nuevo gobierno frente a la inmigración irregular.
Implicaciones para los migrantes indocumentados
La posibilidad de deportaciones masivas genera incertidumbre entre las comunidades migrantes en Estados Unidos. Organizaciones defensoras de los derechos humanos han señalado que, aunque el enfoque inicial podría estar en personas con órdenes de deportación y antecedentes penales, las medidas podrían eventualmente extenderse a otros grupos.
Esto pone en alerta a millones de inmigrantes indocumentados que, aunque no tengan historial delictivo, temen ser incluidos en futuras acciones migratorias.
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos enfrenta un cambio significativo en sus políticas migratorias. Los primeros afectados serán los migrantes bajo vigilancia electrónica y con órdenes de deportación vigentes, en un movimiento que podría redefinir el panorama para millones de personas en el país. La implementación de estas medidas será un desafío logístico y social que marcará los inicios de su administración.