EL VENEZOLANO COLOMBIA
El aumento del salario mínimo para 2025 en Colombia ha generado un intenso debate entre sindicatos, empresarios y el Gobierno. En medio de las negociaciones, el presidente Gustavo Petro dejó entrever su posición, asegurando que la falta de una reforma laboral debe ser compensada con un ajuste significativo en la remuneración básica. Este escenario refleja las tensiones que rodean uno de los temas más relevantes para millones de colombianos.
Un debate económico y social en curso
El pasado 11 de diciembre, las negociaciones para definir el aumento del salario mínimo comenzaron con posiciones divergentes. Mientras las centrales sindicales, representadas por organizaciones como la CUT, CGT y CTC, solicitaron un incremento del 12 %, los empresarios han preferido ser cautelosos. De concretarse la propuesta sindical, el salario básico pasaría de 1,3 millones a 1,45 millones de pesos, sin incluir el subsidio de transporte.
Posturas contrastantes entre los sectores
La Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) propuso un alza del 5,2 %, argumentando la necesidad de mantener un equilibrio que no afecte la sostenibilidad de las empresas. Por otro lado, Fenalco, en voz de su presidente Jaime Alberto Cabal, decidió no presentar una cifra concreta, destacando la importancia de evitar un distanciamiento mayor entre las partes y fomentar el consenso.
El mensaje del presidente Petro
En un contexto marcado por la caída del proyecto de Ley de Financiamiento, el presidente Gustavo Petro dejó clara su posición en relación al reajuste salarial. A través de un mensaje en la red social X, el mandatario afirmó que “la ausencia de una reforma laboral aprobada por el Congreso debe ser compensada por el salario mínimo”. Esta declaración refleja su intención de impulsar un aumento significativo como respuesta a las limitaciones legislativas.
Plazos y escenarios posibles
El proceso de concertación tiene como primera fecha límite el 15 de diciembre, aunque las reuniones podrían extenderse hasta el 30 de este mes. En caso de no lograrse un acuerdo entre trabajadores y empresarios, será el Gobierno quien determine el incremento del salario mínimo y del auxilio de transporte mediante decreto. Este panorama genera expectativas sobre el papel que jugará la administración Petro en las decisiones finales.
Implicaciones de un ajuste mayor
Un incremento sustancial en el salario mínimo no solo impactaría los ingresos de más de 3,3 millones de colombianos, sino que también tendría efectos en la inflación, el empleo y la competitividad empresarial. Aunque las posiciones son diversas, el desafío radica en encontrar un punto intermedio que equilibre las demandas de los trabajadores con la viabilidad económica del sector productivo.
El debate sobre el salario mínimo de 2025 evidencia la complejidad de equilibrar intereses sociales y económicos en Colombia. Mientras el Gobierno busca impulsar una política de justicia salarial, empresarios y sindicatos trabajan para llegar a un acuerdo. Las próximas semanas serán cruciales para definir un aumento que impactará a millones de familias y marcará la política económica del próximo año.