EL VENEZOLANO COLOMBIA
La inseguridad alimentaria se ha profundizado en Venezuela, afectando a aproximadamente 13 millones de personas, según el último informe de HumVenezuela.
Aunque los datos indican un ligero aumento en la disponibilidad de alimentos, el poder adquisitivo de las familias se ha reducido drásticamente, generando una situación crítica para aquellos que luchan por acceder a alimentos básicos.
Este panorama se ve agravado por problemas de desnutrición en menores y el sacrificio de aspectos clave como la salud y la educación para garantizar la comida.
Brecha entre la remuneración mínima y la canasta alimentaria
El informe revela que, a pesar de un pequeño aumento en la disponibilidad de alimentos, el estancamiento salarial desde mayo de 2022 ha dejado la remuneración mínima en $3,62, insuficiente frente a la canasta alimentaria de $522,01.
Esta disparidad obliga a millones de venezolanos a buscar alternativas para asegurar su supervivencia y adquirir alimentos esenciales.
Desnutrición infantil y riesgos para la calidad de vida
La desnutrición en menores de cinco años sigue siendo una preocupación crítica, afectando a 1,4 millones de niños con algún grado de déficit nutricional o riesgo de padecerlo.
Las cifras del año pasado indican que el 9,5% de los niños presenta desnutrición aguda, mientras que el 35,4% sufre de desnutrición crónica. Esta realidad afecta directamente la calidad de vida de los más vulnerables.
Sacrificios familiares por acceso a alimentos
Maritza Landaeta, coordinadora del Observatorio Venezolano de Salud, destaca que las familias venezolanas sacrifican aspectos vitales como la salud y la educación para asegurar la alimentación.
Un alarmante 75% de las familias destina más del 50% de sus ingresos a la alimentación, evidenciando una alta vulnerabilidad.
Estrategias de sobrevivencia y presupuesto insuficiente
HumVenezuela revela que el 91,6% de los hogares venezolanos emplea estrategias de sobrevivencia para alimentarse, ya sea agotando el presupuesto o aumentando la carga laboral.
Además, más del 87% de los hogares experimenta una disminución en la calidad y variedad de los alimentos, mientras que el 86% enfrenta un presupuesto insuficiente para adquirirlos.
Desafíos en indicadores de salud y mortalidad infantil
A pesar de las dificultades evidentes, Venezuela carece de datos oficiales sobre diversos indicadores de salud desde 2016. La falta de información oficial dificulta la evaluación precisa de la situación, pero Maritza Landaeta destaca que la inseguridad alimentaria no solo afecta a la población en general, sino que también incide directamente en la calidad de vida de los niños, mujeres embarazadas y adultos mayores, contribuyendo al aumento de la mortalidad infantil.
La inseguridad alimentaria en Venezuela ha alcanzado niveles alarmantes, afectando a millones de ciudadanos. Es imperativo que las autoridades tomen medidas concretas para abordar esta crisis humanitaria, garantizando el acceso a alimentos básicos y mejorando las condiciones salariales de la población.
Además, se requiere un esfuerzo coordinado para recopilar datos actualizados sobre indicadores de salud y así comprender completamente el impacto de la inseguridad alimentaria en la población. La sociedad civil, organizaciones internacionales y el gobierno deben unir fuerzas para implementar soluciones sostenibles y mejorar la calidad de vida de los venezolanos.