EL VENEZOLANO COLOMBIA
La vicepresidenta del régimen venezolano, Delcy Rodríguez, reafirmó la postura de Venezuela respecto a la controversia territorial con Guyana, declarando que el país no aceptará «expresiones de coloniaje judicial».
La disputa, centrada en un territorio de casi 160,000 kilómetros cuadrados al oeste del río Esequibo, ha llevado a tensiones entre ambas naciones. Rodríguez subrayó la importancia del Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966, como el único instrumento legal reconocido por Venezuela para resolver la disputa.
Defensa del Acuerdo de Ginebra
La vicepresidenta Rodríguez destacó que Venezuela reconoce el Acuerdo de Ginebra como la base legal para abordar la controversia territorial.
Este acuerdo, suscrito con el Reino Unido en 1966 antes de la independencia de Guyana, establece las pautas para una solución negociada y se mantiene vigente hasta que ambas partes encuentren una resolución satisfactoria a través de negociaciones políticas directas y amistosas.
Rechazo a jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia
En contraposición, Venezuela no reconoce la jurisdicción obligatoria de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en este conflicto, subrayando su compromiso con el Acuerdo de Ginebra. A pesar de la competencia declarada por la CIJ para abordar la disputa, Rodríguez insiste en que la resolución debe derivarse de negociaciones bilaterales y pacíficas.
Referendo Consultivo y Desacuerdo Internacional
La funcionaria venezolana defendió el referendo consultivo convocado para el 3 de diciembre, calificándolo como un derecho constitucional y soberano. No obstante, este acto ha generado desacuerdo, con Guyana y varias organizaciones internacionales, como Caricom, la OEA y la Commonwealth, expresando su rechazo a la consulta. Rodríguez considera la posición de Guyana como una interferencia en los asuntos internos de Venezuela.
Ante la complejidad de la controversia, es esencial fomentar el diálogo y la diplomacia para buscar una solución mutuamente aceptable.
Se recomienda que ambas naciones busquen vías de negociación que respeten los acuerdos previos y promuevan la estabilidad regional. La participación de mediadores internacionales podría ser una opción viable para facilitar un proceso de diálogo constructivo y encontrar terrenos comunes para la resolución de la disputa.
