EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL PITAZO
En esta nueva edición de Guayabo, la editora del boletín de El Pitazo, Mireya Tabuas, habla sobre cómo los migrantes se llevan consigo objetos que representan algún recuerdo especial, de un lugar o una persona que tuvieron que dejar atrás al emigrar a otro país, y las historias que cada uno representa.
Y es que la periodista venezolana, residenciada en Chile, quiere retomar la sección Macundales de Guayabo, dedicada a contar la historia de objetos que los venezolanos migrantes se llevaron en la maleta.
Tabuas habla de cómo los objetos se convierten en máquinas del tiempo que traen consigo innumerables recuerdos que ayudan a los migrantes a acercarse a personas que no están con ellos. «Las cosas no son cosas. Son anécdotas, afectos, imágenes, palabras, fantasmas. Las cosas huelen, suenan, saben… Las cosas hablan», dijo.
Los objetos especiales pueden ser desde papeles, fotografías, libros, adornitos, objetos antiguos, cuadros, imanes de nevera, cartas, casetes, juguetes y más. Tabuas señala que tanto ella como su familia tienen varias cosas guardadas en su casa en Santiago de Chile y en su casa en Caracas.
Recientemente, el esposo de la periodista hizo un viaje a Caracas, una oportunidad para llevar nuevos recuerdos a Chile. «Puse los coroticos en la misma caja donde también guardo muchos otros objetos migrantes, como mis diarios de niñez y adolescencia, mis muñecas chirriquiticas, una armónica que tiene sopotocientos años y que no sé tocar, unos libritos mínimos que también son de mi infancia, algunas postales; además de un rosario y un José Gregorio, ambos heredados de mi mamá», contó.
«Me quedé pensando mucho en los objetos migrantes, en su importancia, en que tenemos que hablar de ellos porque han sido testigos de nuestras vidas y siguen con nosotros para recordarnos quiénes fuimos y quiénes somos», añadió.