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La Semana Santa llegó en medio de la crisis que vive el sector aéreo con la salida de dos de las principales aerolíneas de modelo de bajo costo en Colombia. Viva Air, que tenía una participación de mercado de 20%, y Ultra Air, con 8%, han dejado cerca de 70.000 afectados para esta temporada de vacaciones.
Según la Superintendencia de Transporte, la demanda del transporte terrestre ha crecido 6% frente a lo registrado el año pasado. Durante los primeros tres días de la Semana Mayor en 2022 se movilizaron alrededor de 1,03 millones pasajeros, mientras que los registros consolidados de hoy muestran 1,09 millones de personas viajando
José Yesid Rodríguez, presidente de la Asociación para el Desarrollo Integral del Transporte Terrestre Intermunicipal (Aditt), explicó que para la Semana Santa de este año se proyecta una movilización de 3,12 millones usuarios por 49 terminales de transporte habilitadas en el país. «El sector espera movilizar 152.385 usuarios más que el año inmediatamente anterior, lo que en términos relativos significa un crecimiento de 5,12%, dato estimado conforme el comportamiento histórico», indica.
Rodríguez agregó que se espera que los despachos vehiculares, que para 2022 fueron de 298.244, se incrementen para esta vigencia en un total de 308.235, lo que en términos absolutos implica cerca de 10.000 despachos adicionales y un crecimiento porcentual de 3,35%.
«Aunque quisiéramos tener una expectativa mayor por factores coyunturales como el cierre de los dos operadores aéreos Ultra y Viva Air, presentamos estos datos conservadores, pues existen factores estructurales que lo impiden, como el estado actual de la malla vial y la reducción en el gasto de los hogares por las presiones que tiene la canasta actual sobre el aumento generalizado en los niveles de precios en la economía», expresó el dirigente gremial.
En cuanto a la Terminal de Trasporte de Bogotá, se proyecta la movilización de 500.000 pasajeros, que se desplazarían en 38.000 vehículos de las 90 empresas transportadoras vinculadas a la operación. Frente a la misma temporada en 2022, el movimiento de pasajeros representa un aumento de hasta 8%.
“Somos conscientes de las dificultades que afronta el transporte aéreo, por eso implementamos un completo plan logístico que incluye más de 300 personas entre Policía Nacional, vigilancia privada, personal de la salud, personal logístico y Superintendencia de Transporte, con el objetivo de brindarles a los viajeros una alternativa de transporte cómoda y segura”, destacó Ana María Zambrano Duque, gerente de la Terminal de Transporte de Bogotá.
Viva Air suspendió de manera temporal su operación el pasado 27 de febrero, dejando 34 rutas nacionales desatendidas. Ultra Air voló por última vez el pasado 29 de marzo, dejando en vilo 17 rutas nacionales. Ambas ‘low cost’ competían en destinos como San Andrés desde Bogotá, Medellín y Cali.
