Docentes venezolanos pasan hambre con salario de US$20 al mes

◉ Hartos de condiciones laborales y salarios pésimos, los maestros de escuelas públicas han salido a las calles este año a manifestar de manera masiva en todo el país para exigir mejores salarios

EL VENEZOLANO COLOMBIA | BLOOMBERG

 La escuela primaria pública Doctor Enrique Delgado Palacios, en el sur de Caracas, se vio obligada a cerrar luego de que su estructura colapsara por filtraciones de agua. Sus 612 estudiantes llevan casi cinco meses tomando clases dos veces por semana en un galpón cercano. Algunos de estos estudiantes no saben leer, incluso a la edad de 12 años.

Pese a toda esta carga, el salario de los docentes es de aproximadamente US$20 al mes, cerca del 5% de la cantidad necesaria para alimentar a una familia de cinco personas en Venezuela.

“Nos la hemos visto muy mal, ha habido días en los que no he tenido nada que comer”, dijo Rosmary Nieves, maestra de educación especial con posgrado y 20 años de experiencia.

Hartos de condiciones laborales y salarios pésimos, los maestros de escuelas públicas han salido a las calles este año a manifestar de manera masiva en todo el país para exigir mejores salarios y mayor inversión del Gobierno en el sistema educativo. Algunos piden salarios de alrededor de US$600 al mes, lo que representa un desafío dadas las débiles finanzas del Estado.

Las manifestaciones se han convertido en una amenaza para el presidente Nicolás Maduro, que cumple 10 años en el cargo y probablemente se presente para reelección en las presidenciales de 2024. Maduro ha tratado de vender la idea de la normalización en Venezuela a medida que su economía se recupera lentamente.

Pero el Gobierno no ha cumplido sus promesas de aumentar los salarios de los docentes públicos. A muchos se les dificulta alimentar a sus familias, un claro ejemplo de las desigualdades económicas que prevalecen en Venezuela incluso en medio de una recuperación económica.

“Esta es una situación típica de mayores expectativas”, dijo David Smilde, profesor y experto en Venezuela de Tulane University. “Es claramente una amenaza a la narrativa” del Gobierno de Maduro.

De muchas maneras, los docentes reflejan los altibajos de Venezuela bajo el chavismo. Durante el auge petrolero de 2008, los líderes socialistas invirtieron dinero en la educación pública: la matrícula de estudiantes aumentó y el número de escuelas públicas creció a 23.600 desde alrededor de 19.700 diez años antes, cuando Hugo Chávez llegó al poder.

Durante esos años de auge, poner comida sobre la mesa no era una preocupación para Nieves. Tenía un seguro que le permitió dar a luz a su hija en una clínica privada y pagar sus medicamentos para tratarse la anemia falciforme. Sin embargo, el gasto público comenzó a caer dado que la economía se encaminaba hacia una recesión y la industria petrolera iba en picada por falta de inversión y una mala gestión.

Al principio, las escuelas enfrentaban problemas menores de infraestructura y seguridad. Luego, comenzaron a fallar los programas de alimentación escolar y los servicios públicos. Las aulas quedaron vacías casi de la noche a la mañana cuando millones huyeron del país, desatando una de las crisis migratorias más graves del mundo. Según un estudio de la consultora internacional DevTech Systems Inc., entre 2018 y 2021, 68.000 docentes de primaria, secundaria y preparatoria abandonaron el país.

Para algunos, la situación es significativamente mejor hoy en día, en gran parte gracias a que el Gobierno permitió la circulación del dólar, lo que detuvo una recesión e incluso generó cierta prosperidad. A pocos kilómetros de la escuela primaria, pasan Ferraris frente a restaurantes lujosos, una imagen digna de escenas de Miami Beach.

Pero para Nieves y sus colegas, la desesperación de los tiempos de vacas flacas no cede. Sus salarios no son en dólares y la inflación, que en 538% anual es una de las más altas del mundo, carcome sus escasos ingresos. Algunos llegan a fin de mes dando clases particulares, cocinando o trabajando como estilistas o manicuristas.

Sin otras habilidades, Nieves no tuvo otra opción que seguir enseñando. Empezó a dar clases particulares por US$5 cada una, pero solo tiene dos o tres sesiones a la semana.

“No estoy en situación de calle porque el apartamento es de mis padres”, dice Nieves desde su casa en el piso más alto de un edificio en una zona humilde de Caracas, relativamente cerca del estadio de béisbol que Maduro inauguró recientemente tras una inversión multimillonaria.

Sin embargo, el mismo plan parece dar algo de resultado para Andreína Díaz, docente de 35 años. Durante los primeros meses de la pandemia, comenzó a dar clases particulares a niños en su casa en Petare, uno de los barrios populares más grandes de Venezuela, en Caracas. En un par de meses, tenía 12 alumnos. Cuando pasó a 20, tuvo que pedir ayuda a otros colegas. Hoy ayudan a 50 estudiantes todas las tardes, desde niños pequeños hasta adolescentes.

Díaz está contenta con el crecimiento de su “escuelita” y este año renunció a su trabajo como maestra en la escuela pública Alberto Ravell, dejando atrás a 30 niños. Tres colegas se unieron a ella. La que menos gana recibe en una semana lo que recibiría en un mes en una escuela pública —es mejor pero sigue sin ser suficiente para cubrir sus necesidades básicas—.

“Un docente sin un buen sueldo no va a dar una buena clase”, dijo Díaz. “Ahorita hay muchos dando clases que no son docentes”.

En enero hubo casi 1.300 protestas, en su mayoría en torno a los derechos laborales y más del doble de la cantidad de las manifestaciones que hubo en el mismo período de 2022, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social. A fines de enero, el ministro de Comunas y Movimientos Sociales de Venezuela, Jorge Arreaza, intensificó la frustración cuando afirmó que si los maestros no volvían a las escuelas, los estudiantes y los que terminaran la secundaria podrían reemplazarlos.

Luego, en febrero, la Asamblea Nacional aprobó una ley para otorgar a los estudiantes una mayor participación en las escuelas primarias mediante el establecimiento de consejos, que se anticipa estarían bajo el control del Ministerio de Educación. Los docentes se han quejado de que la estructura podría darle al Gobierno más control sobre las escuelas públicas y reducir sus funciones.

“Nuestro proceso educativo es inclusivo, y ahora le da más protagonismo a los estudiantes, no para la sustitución de la labor y el deber del docente, por el contrario, sino para fortalecer la política educativa nacional”, dijo la vicepresidenta de Educación de Venezuela, Gabriela Jiménez, en el evento en el que Maduro firmó la ley.

Es similar a lo que hizo el Gobierno con la educación superior hace mucho tiempo, recuerda Smilde, el profesor de Tulane. Pero él cree que estigmatizar a los docentes podría no funcionar a favor de la Administración.

“Hasta ahora, solo están esperando a que pase”, dice Smilde. “Creo que eventualmente intentarán llegar a un acuerdo”.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad
2009 land rover lr2 smart remote key fob aftermarket
1997 audi a8 remote flip key fob aftermarket
2023 honda passport smart remote driver 1 72147 tg7 aa1
2010 mazda cx 9 remote key fob w trunk aftermarket
2002 mazda mx 5 miata remote key fob aftermarket
1993 toyota 4runner remote key fob dealer installed black aftermarket
2006 jeep commander remote key fob aftermarket
2003 volkswagen golf remote key fob aftermarket
2018 infiniti qx70 smart remote key fob w power liftgate
2020 lincoln aviator smart remote key fob aftermarket
1997 lincoln navigator remote key fob aftermarket
2021 kia sedona remote 95430 a9350
2014 lexus rx350 smart remote key fob
2017 ford explorer remote key fob 6919b29e
2004 nissan altima remote key fob w trunk aftermarket
2016 hyundai veloster smart remote key fob aftermarket
2004 ford explorer keyless entry remote key fob aftermarket 6544d4f4
2014 jeep cherokee smart remote key fob w engine start
2012 toyota avalon remote key fob aftermarket 313e9071
2008 nissan altima smart remote key fob
2016 volvo xc60 slot remote 30659498 aftermarket
2020 subaru ascent remote key fob
2015 ford explorer smart remote key fob w engine start aftermarket
2012 volvo xc70 slot remote key fob aftermarket
2020 gmc yukon smart remote key fob refurbished
2024 ram 4500 smart remote key fob w remote start power tailgate
2014 mazda cx 5 smart remote key fob refurbished
2011 mazda 6 smart remote key fob
2013 ram 1500 smart remote key fob w air suspension engine start
2013 gmc acadia remote key fob w rear glass aftermarket
2021 ram 5500 longhorn smart remote key fob w remote start power tailgate
2006 chrysler sebring sedan convertible remote key fob aftermarket
2007 buick rainier remote key fob aftermarket
2016 toyota tacoma remote key fob canadian vehicles
2006 dodge ram remote key fob aftermarket
2019 acura rlx smart remote key fob driver 2
2007 chrysler town country remote key fob refurbished
2018 lincoln navigator smart remote key fob w trunk
2009 dodge challenger remote key fob w engine start
2014 chrysler 200 remote key fob aftermarket
garage door opener remote for liftmaster 971lm blue
2000 mitsubishi galant remote key fob aftermarket
2011 mazda 5 remote key fob aftermarket
2004 mitsubishi montero sport remote key fob aftermarket
2017 lexus rx350 smart remote key fob refurbished
2024 ram 1500 smart remote key fob w air suspension
2003 honda accord remote key fob aftermarket
2017 toyota highlander remote key fob
2011 scion xd remote g chip aftermarket
2011 mazda 6 smart remote key fob