EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL TIEMPO
El Sistema de Salud colombiano ocupó la posición 39 entre 94 países evaluados a través de uno de los indicadores más completos para cualificar los componentes sanitarios a nivel global.
Se trata de los resultados del estudio “Rasgos Distintivos de los Sistemas de Salud en el Mundo”, elaborado por la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), y que da cuenta de que, sobre un total de 100 puntos posibles, el país obtuvo 81,5, “lo que lo ubica por encima del promedio global”.
Para esta tarea, realizada en el 2022, se utilizó una escala denominada Indicador Compuesto de Resultados en Salud (ICRS), que conceptualiza de forma general seis bloques claves de cualificación que son la prestación de servicios, personal sanitario, sistemas de información sanitaria, acceso a medicamentos; financiación y liderazgo – gobernanza, que en conjunto reúnen 38 variables de resultado y desempeño cuantificadas en una escala de 0 a 100, siendo el máximo puntaje el que reúne las mejores condiciones.
Los resultados
Al aplicar el indicador para 94 países, el promedio fue de 71,7 puntos, que permitieron agrupar a los sistemas de salud por sus características para hacer comparaciones mucho más reales (cluster).
En este sentido, el grupo de desempeño más bajo (cluster 1) registró un índice promedio de 9,6 puntos, dentro de un rango de cero a 17,1 puntos, y está conformado por cuatro países que tienen como característica común ingresos absolutamente bajos: Chad, Mozambique, Malí y Afganistán.
Por su parte, el cluster 2 lo conforman siete países con una calificación en promedio de 27,4 puntos, destacándose aquí Sudáfrica, Botsuana y Angola.
En contraste, el grupo de los mejores, o de alto desempeño (cluster 10) lo integran 13 países con un promedio de calificación de 96,9 puntos en un rango de 94 a 100, que deja en las primeras posiciones a Islandia, Israel, Corea del Sur, Noruega y Japón; mientras que el grupo que le sigue (cluster 9) promedia un índice de 91,2 puntos (rango de 88,6 – 93,4) al cual pertenecen 14 países, entre los que se destacan Países Bajos, España, Finlandia, Irlanda, Francia y Canadá.
Colombia se encuentra en el cluster 7 con 81,47 puntos. El resto de países, en una escala descendente, completan los siete restantes, con puntajes por debajo de 78,5.
Una mirada al continente
Al comparar los países de América (17), se encuentra que ninguno pertenece al cluster 10 (mejor rendimiento), y los puntajes más bajos llegan hasta el cluster 5, siendo Canadá el mejor calificado en el continente (92,36), seguido de Costa Rica -con 90,02-, ambos del cluster 9.
Enseguida están Chile (87,5), Panamá (85,04) y Cuba (83,67), los tres del cluster 8, antecediendo a Colombia (81,47), que es el único del cluster 7 en este grupo.
En otras palabras, Colombia tiene el sexto mejor sistema de salud del continente, por encima del de Estados Unidos (77,76), Argentina (77,42), México (71,45) y Brasil (70,03), entre otros.
Organización y estructura
El análisis deja ver que, al comparar la organización y la estructura de los sistemas de salud, en el componente de gobernanza los Estados que actúan como guardianes; es decir, aquellos que vigilan los procesos, estuvieron en promedio 76 puntos por encima de aquellos que se cualifican como propietarios – operadores del sistema, que alcanzaron un promedio de 67,1 puntos.
Esta diferencia de nueve puntos resulta llamativa en un momento como este, en el que el país habla de reformas.
Al mirar la financiación, llama la atención que aquellos que tienen los impuestos generales como única fuente de financiación para su sistema de salud (82,7) presentan desempeños superiores a los que se basan en aportes (81,3).
Por su parte, los sistemas con esquemas mixtos de financiación presentaron un valor perceptiblemente inferior (promedio de 76,2 puntos), dejando muy por debajo a aquellos con gastos elevados de bolsillo, que tuvieron promedios de 54,8 puntos.
El estudio muestra que una de las variables con mayor impacto en el desempeño es el gasto total en salud per cápita. De hecho, los clústeres 9 y 10 (los de mejor desempeño) destinan recursos importantes a la salud, lo que contrasta con el desempeño de los países con niveles de ingreso muy bajos, que pueden tener diferencias de más de 100 veces, al punto que mientras los países del cluster 10 (mejor calificados) gastan en promedio cerca de 4.792 dólares por habitante, los del cluster 1 (bajo desempeño) apenas llegan a los 42 dólares per cápita en promedio.
Basta ver, por ejemplo, que el gasto adicional por covid-19 -como porcentaje del PIB- en el estudio mostró diferencias significativas entre los países mejor calificados, que destinaron un promedio de más del 10 por ciento, y los de los clústeres más bajos, que en promedio no alcanzaron al 4 por ciento del PIB.
Colombia
En la misma medición del año 2017, el país ocupó el puesto 48, lo que evidencia un ascenso en la escala de nueve puntos, que, con sus 81,5 puntos, está por encima del promedio global, que fue de 71,7 puntos. Hay que tener en cuenta que el sistema de salud colombiano tiene como base el modelo ‘bismarckiano’ de seguridad social, en el que el Estado desempeña el papel de regulador y guardián, y su tipo de financiación es mixta; es decir que los recursos provienen de impuestos generales y contribuciones de los trabajadores y las empresas.
Desde 1993, año en el que se promulgó la Ley 100, que rige el actual sistema, el país le ha apuntado a alcanzar una cobertura universal de aseguramiento, sin importar el nivel de ingreso monetario de las personas, al punto que hoy, oficialmente, esta se ubica en el 91,35 por ciento.
Sin embargo, según las conclusiones del estudio, este indicador no refleja una cobertura efectiva y real para toda la población, por lo que, al hacer los ajustes específicos para el análisis, esta en realidad bordea el 75 por ciento, lo que demuestra que hay un trabajo pendiente en este área “para lograr una cobertura que incluya acceso, continuidad y coordinación”.
Al desglosar los factores de calificación, se evidencia que el país obtiene su mejor calificación (89,3 puntos) en dos de las variables de resultado: incidencia de tuberculosis (37 casos por 100.000 habitantes) y tasa de enfermedades no transmisibles (326 por 100.000 habitantes), que son más bajas que el promedio global (68,5 y 467,6, respectivamente); sin embargo, se encuentra muy distante del promedio de estas dos variables que obtienen los sistemas con mejor desempeño, 13,1 y 281,4 respectivamente.
El estudio también muestra los resultados en tasas de mortalidad en general. Y aunque en mortalidades materna, infantil o en menores de cinco años los registros son menores que el promedio global, se aprecian amplias brechas respecto a los indicadores de los países mejor calificados. No sobra decir que Colombia invierte 7,7 puntos del PIB en salud, cuenta con 23,3 médicos y 14,6 enfermeras por cada 10.000 habitantes, y 1,7 camas hospitalarias por cada 1.000.
Llamativo también resulta ver que el índice de corrupción ubica al país en el puesto 87 entre 180 países, mientras que el de desarrollo humano lo ubica en el 83, dentro de los 189 países que incluye la medición del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD.
“Todos estos datos son relevantes, y deben ser puestos sobre la mesa por todos los que intervienen en el proceso de reforma a la salud por el que transita el país”, dice el salubrista Pedro León Cifuentes.