Recientemente, el G4 (los Partidos AD, UNT, VP y PJ, pero también COPEI, en el caso que indico de seguidas), hicieron acto de presencia en México bajo el formato de la Plataforma Unitaria, firmando un inconstitucional Memorándum de Entendimiento junto al Régimen de Maduro, al que le llaman no Régimen Dictatorial o Tiranía, como toca, sino Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. Dicho Memorándum fue publicado en la Gaceta Oficial de nuestro país, No. 6.637 Extraordinario, de fecha 17 de agosto de 2021.
En consecuencia de lo mencionado, dicha Plataforma, ayudó, entre otras irregularidades, a legitimar ante la Comunidad Internacional al Régimen criminal de Nicolás Maduro. En efecto, el Memorándum de Entendimiento es nulo porque es contrario al derecho a la participación política directa, o a través de representantes debidamente electos, ya que los suscriptores del mencionado Memorándum de Entendimiento, se han atribuido una representación de Gobierno y del pueblo venezolano, que no tienen en derecho.
Empiezan las negociaciones en México, mesa que resulta tener filiales en Panamá, París y Caracas, negociaciones donde gana más el Régimen de Maduro, sin duda alguna, que la «Oposición» o peor aún, que el pueblo venezolano: le suceden las escenas de los narcosobrinos, la de Chevron, el levantamiento de sanciones, Etc).
Luego, en diciembre del 2022, el G3 en la AN, sin reclamo sostenido ni convincente por parte del Presidente Guaidó, elimina la Presidencia Encargada y transforma el Gobierno Interino en un Gobierno Parlamentario, que a todas luces es inconstitucional, violando el principio de la separación de poderes públicos y obviamente dejando como efecto político el fortalecimiento de Maduro, una vez más.
Lo expuesto me lleva a hacerme ciertas preguntas:
¿Por qué el Régimen ordena la detención de los diputados que conforman la nueva Junta Directiva de la AN (que no puede detener en realidad porque no viven en Venezuela), y por qué no ordena la detención de los diputados que votaron esa misma Junta Directiva y que sí viven en Venezuela y por lo tanto sí podría detener? (Es una pregunta. Obviamente el autor no desea la detención de ningún diputado).
Guaidó sabe muy bien, que él es Presidente Interino previo a la sanción de la Ley del Estatuto de la Transición de febrero de 2019 y sus sucesivas reformas, pues de juramentó en enero de ese mismo año de conformidad con el artículo 233 de la Constitución. Su mandato proviene de la Constitución, no de la Ley del Estatuto, ni de mandato directo del Poder Legislativo. Es la Constitución la que le dió tal investidura. Lo tiene claro, pues cita constantemente a los mejores constitucionalistas del país que respaldan dicho criterio, miembros del Bloque Constitucional.
Entonces ¿por qué sabiendo lo que sabe entrega la Presidencia Interina sin mayor obstáculo? Eso sí, ser víctima del G3 al parecer le reporta beneficio en popularidad perdida estos años, por sus promesas no cumplidas con la ruta de la transición a la democracia.
¿Por qué la Administración Biden (que siempre apoyó a Guaidó) reconoce la reforma que realiza el G3 sin presentar tampoco mayores objeciones? Nid Price, portavoz del Departamento de Estado, afirmó a través de un comunicado oficial que: «… Estados Unidos continúa reconociendo a la Asamblea Nacional elegida democráticamente en 2015 como la última institución democrática que queda en Venezuela, y saludamos el acuerdo alcanzado para extender su autoridad…».
¿Por qué siendo Guaidó como es, una competencia como candidato en las Primarias, para los candidatos postulados por cada uno de los Partidos que conforman el G3, ellos no decidieron más bien dejar a Guaidó en la Presidencia de la AN y por lo tanto en la Presidencia Interina en 2023? Ciertamente no debería ser Presidente de la AN y del Gobierno Interino y a la vez ser candidato a las Primarias. ¿Por qué más bien le dejan el camino libre a ser candidato y competir con ellos? Extraño. No termino de entender la lógica de esto.
La Ley del Estatuto de la Transición se sancionó en febrero de 2019, luego de la juramentación de Juan Guaidó como Presidente Encargado tal como recordé arriba. Luego se reformó la Ley del Estatuto por primera vez en diciembre del 2020. La segunda reforma fue en enero del 2022. En ninguna de las tres indicadas versiones antes de la última reforma de diciembre de 2022 donde se «elimina» el Gobierno Interino, dejó de estar en conjunción en realidad, el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, violando en consecuencia el principio de la división de los poderes republicanos.
Ahora bien, ¿por qué razón, los diputados del G3 sabiendo que el 5 de enero de cada año se podía renovar la Junta Directiva de la AN y en consecuencia escoger otro Presidente de la misma y por ende designar Presidente Encargado, no usaron esta opción en diciembre 2022? ¿Sacando simplemente a Guaidó pero manteniendo la figura del Presidente Interino? ¿Designando a cualquiera de AD, UNT o PJ?
Pues no. Ellos optaron por eliminar la Presidencia Encargada, pero que casualidad, no sólo eso, eliminaron de la Ley del Estatuto de la Transición toda mención a la Usurpación de la Presidencia por parte de Nicolás Maduro. ¿No les suena a ustedes nada más y nada menos, que a la narrativa de la Mesa de Negociación de México?
Días atrás un compañero de lucha, el ingeniero Jean Pierre Chovet, citaba en uno de sus escritos un fragmento de «Mi Delirio sobre el Chimborazo», un poema escrito por el Libertador Simón Bolívar, que detalla un encuentro de él con lo que figurativamente llama el Dios del Tiempo, y allí el Libertador escribe: «…Observa—me dijo—, aprende, conserva en tu mente lo que has visto, dibuja a los ojos de tus semejantes el cuadro del Universo físico, del Universo moral; no escondas los secretos que el cielo te ha revelado: di la verdad a los hombres…»
Ergo, afirmo que tarde o temprano, todo saldrá a la luz… Y espero que la revelación de la verdad, no comporte un intervalo de mayor dilatación de tiempo, en miras a la anhelada Libertad del pueblo venezolano.
FE Y LUCHA