Hasta ahora parece que las partes si se van a sentar de nuevo en la mesa de negociación. Ya se publican en las redes sociales toda clase de conjeturas sobre lo que allí va a ocurrir sin que ninguno de los que alli opinan tenga la menor idea de lo que puede salir de esta etapa del proceso entre el régimen y la oposición organizada.
Si algo hay que reconocer es el profesionalismo con el que se han llevado, hasta ahora, las negociaciones en las que los protagonistas de ambos bandos han mantenido un silencio laudable, considerando que este es un ingrediente fundamental de toda negociación sistémica.
Lo que se trasluce de las declaraciones de funcionarios del gobierno de EEUU, país que si bien no es parte formal de la negociación si es de hecho quien tiene la llave que permite que se abra la puerta de una eventual solución, es que en reiteradas ocasiones han dicho que para que se pueda abrir la puerta, se requieren algunas condiciones previas, como por ejemplo garantizar las condiciones necesarias para que se puedan efectuar elecciones presidenciales libres y garantizadas.
Si el régimen no da ese paso de manera concreta y convincente la puerta a una eventual solución de algunos de nuestros problemas quedará cerrada.