¿Y ahora qué? El triunfo de Lula | Por: Juan Francisco Misle

➦ El autor es: Economista, artículista venezolano

El gobierno de Lula no será la tragedia que muchos han anunciado.

OK, ganó Lula, ¿y ahora qué? Yo creo que Lula ni queriéndolo (y dudo que lo quiera) moverá a Brasil a la izquierda de una forma dramática, ni hará cambios estructurales, ni nada de gran calado en lo político y económico.

Brasil seguirá siendo un país con niveles de corrupción altos, como siempre lo ha sido, excepto que ahora serán otros los actores y los beneficiados por esa corrupción. Hay restricciones políticas e institucionales que le impedirán a Lula cualquier viraje extremo, empezando porque la sociedad brasileña está picada en dos grandes toletes del mismo tamaño como se acaba de expresar en la elección del domingo, y además porque carece de la mayoría parlamentaria que requerirá para cumplir sus promesas electorales. Habrá ahora que cruzar los dedos para que Bolsonaro no se empate en esa tendencia trumpista de desconocer el resultado de esta elección aludiendo a trampas que solo están en su cabeza pero que pueden azuzar a ese monstruo dormido que son las FFAA brasileñas, y eso sí que es peligroso.

Con Lula veremos que la Amazonía tendrá un respirito y eso hay que celebrarlo. También es probable que disminuya la influencia de esos grupos religiosos fanatizados y ultra conservadores que acompañaron y crecieron a la luz de la protección que les brindó Bolsonaro.

Con respecto a la economía cabe esperar una repetición de las líneas programáticas que caracterizaron los anteriores gobiernos de Lula que fueron relativamente exitosos y que tuvieron un impacto social que el mundo entero reconoció como positivo. Pero en este terreno igualmente hay que ser cautos. Lula presidió un período de elevados precios mundiales en las materias primas y, además, tuvo acceso al financiamiento internacional, privado y multilateral, abundante y a bajo costo. Es muy difícil que eso vuelva a repetirse en esta oportunidad.

En cuanto a América Latina veremos a un Mercosur en alza otra vez impulsado por un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea que le servirá para su impulso. Sería una tontería de parte de Lula si apoya abiertamente a Maduro (no lo veo en esa tónica) y acaso es posible que ocurra lo opuesto: que se sume a la presión de EEUU y la Unión Europea en favor de unas negociaciones entre el régimen venezolano y la oposición. Lula parece tener eso que llaman auctoritas sobre Maduro que no tiene ningún otro político latinoamericano. Pero esa influencia positiva para presionar a Maduro irá acompañada por un apoyo a las aspiraciones del régimen venezolano en los organismos multilaterales, y veremos a Lula como el abanderado de mayor peso de Maduro en el tema del levantamiento de las sanciones.

El gobierno de Lula no será la tragedia que muchos han anunciado. Lo más probable es que sea otro gobierno mediocre y poco más. Brasil bajo su liderazgo no pareciera estar en condiciones para lograr superar esa maldición que dice que «Brasil es un país de futuro y siempre lo será». Lamentablemente.

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