EL VENEZOLANO COLOMBIA | VALORA ANALITIK
Las mujeres migrantes venezolanas que residen en Colombia enfrentan mayores retos para insertarse al mercado laboral y generar ingresos que los hombres. Estas se ven afectadas por altos niveles de desempleo, bajas tasas de ocupación y obstáculos para integrarse a la economía del país
El documento hace un análisis de la situación de los venezolanos según su tiempo de permanencia en el territorio nacional, diferenciado a los venezolanos entre “migrantes recientes” (que llevan menos de 12 meses en el país” y “migrantes no recientes” (que han estado en Colombia durante más de un año).
El informe detalla que la tasa de participación laboral de las mujeres migrantes recientes es del 52,8 %, mientras que la de los hombres llega al 79,1 %. En tanto a los migrantes no recientes, ese indicador fue del 48,1 % en mujeres y 70,7 % en hombres.
PRECARIEDAD EN LOS INGRESOS
“La precariedad en la generación de ingresos laborales y medios de vida de las migrantes venezolanas se puede apreciar en la combinación de su mayor participación y desempleo: participan más en búsqueda de ingresos, pero no obtienen empleo”, escribió el Dane.
La tasa de desempleo en los migrantes recientes es del 34,6 % en mujeres y 14,3 % en hombres. En los migrantes no recientes esa estadística es del 20,3 % en hombres y 12,7 % en mujeres.
Los datos de ocupación también evidencian los retos de la población para insertarse al mercado laboral: 67,8 % de los hombres que arribaron al país en los últimos 12 meses están ocupados, indicador que es del 34,5 % para las mujeres. En tanto a aquellos que llegaron hace más de un año, en hombres ese número se ubica en 61,8 % y en mujeres se sitúa en 38,3 %.
Las mujeres migrantes recientes ocupadas, en su mayoría, trabajan en el sector servicios, en actividades de alojamiento y servicios de comida (33,4 %); actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios (23,4 %); y actividades de comercio y reparación de vehículos (22,9 %).
En el caso de los hombres, estos encontraron un quehacer en actividades de comercio y reparación de vehículos (25,4 %); agricultura, pesca, ganadería, caza y silvicultura (16,8 %); y construcción (15,7 %).
ASALARIADAS Vs. INDEPENDIENTES
La mayoría de las mujeres migrantes recientes ocupadas son asalariadas (50,7 %). En contraste, la mayoría de los hombres migrantes recientes ocupados son independientes (54,4%).
Un 4,5 % de las mujeres ocupadas migrantes recientes son trabajadoras familiares sin remuneración y esa proporción se ubica 3,2 % para los hombres ocupados migrantes recientes.
El 69,8 % de las mujeres afirmaron que la situación en su hogar empeoró en el contexto de la pandemia, proporción que para el caso de los hombres fue del 65,1 %. Un 25 % de las mujeres y 17,2 % de los hombres consultados para ese estudio dicen no tener ingresos.
“La precariedad se ve reflejada también en la generación de recursos sólo para la subsistencia: los porcentajes de personas que no pudieron ahorrar es superior al 60 % para los migrantes de corto plazo en ambos sexos”, enfatizó el Dane.
En el contexto de la pandemia, el 44,2 % de las mujeres y el 27,6 % de los hombres recibió ayudas de programas públicos o privados. Esos datos permiten analizar cómo avanza la integración de esa población a los programas estatales para poblaciones en condición de vulnerabilidad.
De acuerdo con el más reciente censo de Migración Colombia, 1’742.927 de venezolanos residen en el país, de los que 759.584 están en condición regular y 983.343 en situación irregular. Sin embargo, ese censo fue publicado en enero de 2021 y la entidad prometió desarrollar una estadística más actualizada, tomando como referencia los datos del Estatuto de Protección para Migrantes Venezolanos.