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La entrada de cerca de 8.000 inmigrantes en Ceuta durante el lunes y el martes ha desencadenado una crisis migratoria (y política) inédita en la frontera de España. Nunca antes había entrado de forma irregular un número tan alto de inmigrantes en tan poco tiempo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, suspendió este martes su agenda internacional y se desplazó a la ciudad autónoma de Ceuta y a la de Melilla, donde en la madrugada de este martes 86 personas habían logrado saltar la valla.
De las 8.000 personas que entraron en Ceuta, cerca de la mitad han sido ya devueltas a Marruecos, según el Ministerio del Interior, que no da detalles del procedimiento que ampararía esas devoluciones. La mayoría son hombres jóvenes, pero hay familias enteras y al menos 1.500 menores, algunos de muy corta edad, según fuentes del Gobierno.
¿Cuál es la postura del Gobierno español?
El Gobierno de España se ha volcado en la resolución de la crisis de Ceuta, que ha desatado la alarma máxima en el Ejecutivo. El presidente —que habló en una comparecencia institucional de la necesidad de defender “la integridad territorial” de España— voló este martes a Ceuta y Melilla y multiplicó sus gestiones diplomáticas, en especial con la UE. El asunto monopolizó el Consejo de Ministros, donde se evidenció un fuerte malestar con Marruecos. Buena parte del Ejecutivo está trabajando en distintos frentes para resolver la crisis diplomática más grave desde que el presidente llegó a La Moncloa.
¿Cuál es la postura de Marruecos?
El Gobierno de Marruecos guarda silencio sobre lo sucedido. La única declaración por parte de un representante marroquí fue la de la embajadora en España, Karima Benyaich, quien afirmó que “hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir”, antes de ser llamada a consultas a Rabat.
¿Qué va a ocurrir con los recién llegados?
El Ministerio del Interior está centrado en devolver al mayor número de inmigrantes y lo más rápido posible. Y, aunque, por un lado, Marruecos ha permitido la salida masiva de sus nacionales y todo aquel que quisiese cruzar, por el otro, está aceptando readmitirles de vuelta. Durante la jornada del lunes y la tarde del martes se había devuelto a unas 4.000 personas, según fuentes de Interior.
Las devoluciones, según diversas fuentes policiales y relacionadas con la acogida a migrantes en el terreno, se han llevado a cabo en muchas ocasiones sin ninguna formalidad y de forma colectiva.
El Convenio Europeo de Derechos Humanos, además, prohíbe las expulsiones colectivas. Fuentes de Interior señalan, por otra parte, que muchas de las personas devueltas han retornado de manera voluntaria.