La ruta del cambio | Por: Omar Barboza

➥ El autor es político venezolano y diputado a la Asamblea Nacional por el estado Zulia

Actualmente se produce un debate en el país en relación a si se debe participar o no, en las elecciones regionales y municipales que promueve el régimen de Maduro.

Entre quienes opinan en favor de participar, se argumenta principalmente que el voto es el mejor instrumento del pueblo para conquistar sus derechos y que no debemos abandonar espacios que nos permitirían avanzar.

Aun cuando somos participacionistas y en situación de normalidad democrática no creemos en la abstención como forma de lucha, el contexto nacional dentro del cual se da este debate, nos obliga a un análisis lo más amplio posible para fundamentar nuestras conclusiones sobre este tema.

La presente reflexión sobre ésta materia está dirigida a los venezolanos en general; entre ellos a los que, por su condición de demócratas y actuando de buena fe, consideran que debemos participar en estas posibles elecciones por creer que pueden ser útiles para ganar algunas alcaldías y gobernaciones a pesar del ventajismo oficial.

PARTICIPACIONISTAS DE ELECCIONES DEL RÉGIMEN

A esos compatriotas, aunque no comparto su posición, les expreso mi respeto antes de explicarles porqué discrepo de lo que opinan.

Sin dejar de advertir que mi argumentación no está dirigida ni a los alacranes ni a sus cómplices que están al servicio del titiritero de Miraflores, porque sabemos cuáles son los “argumentos” que los impulsa a ser participacionistas sin importarles las condiciones en las cuales se realicen esas elecciones impulsadas por el régimen.

Debemos analizar este asunto tomando en cuenta que Venezuela atraviesa por la mayor crisis económica que conoce la historia en Latinoamérica, y una de las más severas conocidas en el mundo; razón por la cual, ha sido incluida en la lista de los países con riesgo de hambruna por la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) , y también por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), a lo cual se agrega que los organismos internacionales dedicados a la protección de los
derechos humanos, estiman en cinco millones cuatrocientos mil (5.400.000)
2 personas que han salido de nuestro país huyendo de la tragedia humanitaria que azota a gran parte de nuestro pueblo.

Para nosotros está claro que lo referido anteriormente, es consecuencia del fracaso estruendoso del modelo que representa el llamado Socialismo del siglo XXI con cuya actuación se debe edificar un Museo para enseñar a las futuras generaciones el contenido del intento de acabar con sus mejores sueños y cómo los dirigentes de este régimen han tenido como su principal preocupación mantenerse en el poder con prácticas mafiosas para beneficiar a la casta que gobierna de hecho, a través de una corrupción sin límites y sin importarles la suerte del pueblo venezolano.

Para los que puedan opinar que la actual situación nacional es consecuencia de las sanciones aplicadas por los Estados Unidos y la Unión Europea, es oportuno recordarles que la incapacidad y la corrupción del régimen los condujo al despilfarro de más de un millón de millones de dólares provenientes del ingreso petrolero durante las gestiones de Chávez y Maduro.

DEUDA EXTERNA EN 150 MIL MILLONES DE DÓLARES

Como eso no les alcanzó, llevaron la deuda externa total de 28 mil millones a 130 mil millones de dólares que, al sumarle los intereses no pagados, hoy se estima en 150 mil millones de dólares. Siendo lo anterior insuficiente, profundizaron la emisión inorgánica de dinero para financiar de manera irresponsable el déficit fiscal; por lo que Venezuela entró en hiperinflación
desde el 2017, pero el Banco Central de Venezuela (BCV) controlado políticamente por el Ejecutivo, escondió las cifras y desde el año 2014 se incrementó sin límites la emisión de dinero sin respaldo.

En paralelo al despilfarro de los recursos, se puso en marcha la destrucción de la industria petrolera nacional, presa de la politización y del imperio galopante de la corrupción. Desde el 2009, cuando las reservas internacionales en poder del Banco Central de Venezuela (BCV) alcanzaron el récord histórico de 43.137 millones de dólares, comenzó la campaña de Chávez para disminuirlas con la presión de quitarle un “millardito” a esas reservas del BCV para destinarlas a su antojo, hasta llevarlas a su mínima expresión cuando para enero de 2021, se ubicaron en 6.362 millones de dólares.

Todo lo anterior ocurrió antes de que se iniciaran las sanciones que ahora ellos quieren utilizar como excusa de su fracaso con el propósito de engañar a los incautos que crean en ese discurso

Este cuadro que hemos descrito, ha sido complementado en el tránsito hacia la tragedia nacional actual, por la masiva violación de los derechos humanos, comprobada por la ONU, junto a la verificación de miles de ejecuciones extrajudiciales, acompañadas de la persecución política sin límites, llegando al extremo de utilizar al Poder Judicial politizado para entregarle la representación y los símbolos de partidos políticos democráticos de oposición, a quienes en mala hora decidieron abandonar la lucha en favor de la patria a cambio de los favores del régimen.

PARLAMENTARIAS 2015 HUBO ELECCIONES COMPETITIVAS

Siendo el motivo de esta reflexión el tema electoral, es importante saber que hasta las parlamentarias de 2015 hubo elecciones competitivas en Venezuela a pesar de la presencia del ventajismo oficial. Al convertirse el desconocimiento de la voluntad popular en una necesidad para la supervivencia de quienes decidieron constituirse en dictadura, el control del Poder Electoral pasó a ser un objetivo fundamental para ellos, para eso lo han controlado y están dando los pasos para seguir haciéndolo.

Como ejemplos de su decisión de mantenerse sobre la base de fraudes electorales, tenemos lo ocurrido con las supuestas elecciones presidenciales de 2018 y las mismas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2020. Hoy la dictadura y su comparsa se preparan para otra farsa electoral donde pretenden escoger tanto al adversario como al árbitro del proceso.

A nosotros, la defensa del derecho a votar nos impone la obligación de defender la transparencia de cualquier proceso electoral que aspire a generar resultados legítimos. Para la inmensa mayoría del pueblo venezolano, está claro que estamos ante una dictadura y sin embargo hay quienes proponen participar en supuestos procesos electorales, cuya realización está dirigida a montar la apariencia de que en nuestro país hay democracia, es decir, hacerle el juego a Maduro que intenta darle credibilidad a una farsa.

Es necesario precisar que el derecho al voto solo se puede ejercer en un proceso transparente, cuando se intenta ejercerlo como parte de un fraude se contribuye a desprestigiarlo como el mejor instrumento para resolver
las diferencias en sociedades civilizadas.

La lucha democrática se complica cuando buena parte de la cúpula de nuestras fuerzas armadas impide que esta institución tan importante para la Republica, cumpla con el mandato constitucional que comparte la mayoría de sus integrantes; según el cual

“…En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna”.

Nuestra Nación necesita que quienes portan las armas de todos, defiendan con la Constitución como norte, los derechos del pueblo al cual pertenecen y no la sigan utilizando para apoyar a quienes lo oprimen.

Para entender mejor la complejidad de la lucha por el cambio, es importante estar conscientes de que los venezolanos hoy no estamos sometidos a una sola dictadura sino a dos, la de Maduro y la cubana que le sirve de sustentación muy importante el régimen que gobierna de hecho en Venezuela.

Por cierto, no es ninguna exageración decir que el actual sistema electoral venezolano solo es compatible en el continente americano con el cubano, donde se vota, pero no se elige; pues, en ese sistema lo importante no es por quién votar, sino quién cuenta los votos.

En nuestra opinión, cualquier análisis que se haga de la realidad nacional que no tome en cuenta la determinante influencia cubana en todas las decisiones políticas, económicas y sociales que toma el régimen de Maduro, desecha un elemento sustancial de las causas de la crisis que vivimos y excluye al factor geopolítico como uno de los obstáculos a vencer para lograr el cambio político en nuestro país.

Allí está la explicación más importante de la necesidad que tenemos del apoyo de la comunidad internacional.

LAS CAUSAS DE NUESTRA TRAGEDIA NACIONAL

Comprenderemos mejor las causas de nuestra tragedia nacional si asumimos que nace principalmente en la decisión de Chávez, de entregarle de manera voluntaria la soberanía nacional a la Cuba de Fidel Castro porque, además de ser un admirador fanático de Fidel, consideró que el modelo fracasado cubano era el mejor para imponer su proyecto revolucionario y, cuando escoge a Maduro como su sucesor, lo hace para complacer a los cubanos que veían a Maduro como una garantía para salvaguardar sus intereses.

Es un hecho histórico comprobado que en los años 86 y 87 Nicolás Maduro se formaba en la Habana en la Escuela de 5 Formación Política “Ñico López”, centro de formación ideológica del Partido Comunista cubano.

La contraprestación cubana a cambio de todos los recursos que han extraído de Venezuela, es la asesoría y ejecución del control social de la población, la penetración y supervisión de la cúpula militar para garantizar que se mantengan al servicio de la dictadura, junto a la planificación de la persecución política y las prácticas de ejecuciones extrajudiciales, en lo cual tienen una gran experiencia.

Considero oportuno incorporar solo tres (3) citas en este análisis que sirven para respaldar lo antes dicho sobre el tema cubano:

  • El 3 de agosto de 2007 desde el Táchira, Chávez que ya era el gran benefactor de Cuba regalándole 100 mil barriles diarios de petróleo(equivalente a 2 mil 379 millones de dólares al año), afirma: “Hoy en día venezolanos y cubanos somos la misma nación. La unión nos ha hecho más fuertes y nos hará cada día más fuertes”
  • Chávez al visitar a Fidel en la Habana cuando cumplió 80 años, como una demostración de su idolatría al cumpleañero, expresó: “Esta es la mejor de todas las visitas que he hecho en mi vida, ni siquiera cuando visitaba a mi primera novia”.
  • Como una clara demostración del agradecimiento y compromiso con el régimen que tanto los ha beneficiado, el 06 de julio de 2019 el gobierno cubano emitió la siguiente declaración: “La solidaridad de Cuba con el Presidente Constitucional Nicolás Maduro, la Revolución Bolivariana y chavista y la unión cívico militar de su pueblo no es negociable”.

De tal manera apreciados compatriotas, la tarea es mucho más compleja y
exigente que lograr un acuerdo con la dictadura para que nos permita ganar algunas alcaldías y gobernaciones, cuyos titulares no gobernarán sino se arrodillan ante el régimen.

La misión de fondo a la que estamos convocados todos los que queremos una Venezuela libre, la real, la que necesita nuestro pueblo y las futuras 6 generaciones, es la gran unidad con el propósito de derrotar en nuestro país a esas dos dictaduras, no sólo para sustituir a este gobierno de hecho, sino principalmente para derrotar y cambiar profundamente el modelo político, económico y social que esta dictadura representa, dirigida por quienes se han camuflado en la ideología comunista para justificar sus prácticas corruptas como una supuesta lucha revolucionaria, sin dejar de aplicar prácticas capitalistas cuando le conviene a la casta gobernante.

La decisión de los líderes de la dictadura de ejercer el poder como un fin en sí mismo y no para mejorar las condiciones de vida del pueblo, no les permite realizar elecciones libres cuando saben que las van a perder.

Debemos partir del principio de que ellos solo permitirán elecciones libres
cuando se vean obligados por las circunstancias, porque no les quede otro
remedio; a ellos les repugnan los principios democráticos porque no solo no
creen en la democracia, sino porque su objetivo es destruirla.

Entonces, ¿Cuál es la alternativa que proponemos?

Quienes conformamos la plataforma unitaria en el país con la mayor amplitud para todos los que quieran trabajar por el cambio político real y que junto a la comunidad internacional democrática, reconocemos a Juan Guaidó como Presidente Encargado y como la principal referencia opositora al régimen, somos partipacionistas si hay elecciones libres, en una democracia normal no apoyaríamos la abstención como forma de lucha, pero entendemos que dictadura significa una anomalía sistemática del ejercicio de las libertades, y consideramos contrario al mejor interés nacional hacerse cómplices de eso a cambio de algunos cargos, sabiendo que con esos fraudes no se van a resolver los problemas de fondo que sufre el pueblo, engañaríamos a los venezolanos que pueden pensar que están participando en una elección verdadera, y de paso estaríamos ayudando a Maduro a dar la apariencia de que en nuestro país hay democracia.

Sería una contradicción y una falta de coherencia total no haber participado en el fraude presidencial de 2018, ni en el fraude de las legislativas del 06 de diciembre de 2020, desconocidas por fraudulentas, tanto por la gran mayoría del pueblo venezolano, como por la comunidad internacional democrática, y ahora participar en unas supuestas elecciones regionales y municipales cuando las condiciones en vez de mejorar han empeorado.

¿Cómo le explicamos al pueblo y a la comunidad internacional que nos apoya en la lucha por rescatar la democracia semejante decisión?

Hemos asumido y proponemos profundizar como pueblo que de verdad quiere ser libre, la siguiente estrategia a desarrollar en tres (3) partes fundamentales:

Primera: Resistencia interna, aumentar la presión dentro del país en contra
del régimen de manera permanente a pesar de la persecución y todas las
limitaciones, procurando la unidad de todos los que queremos el cambio.
Cada quien debe hacer todo lo que pueda, tratando de unificar en la protesta todas las causas que existen para reclamar los derechos de todos los ciudadanos, sin descartar que esta vía pueda tener un efecto definitivo en contra de la estabilidad del régimen;

Segunda: Promover una coalición internacional encabezada por los Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, países del Grupo de Lima, y todas las naciones amantes de la libertad que nos puedan acompañar, con el objeto de llevar al máximo posible la presión internacional y lograr el
restablecimiento de la democracia en Venezuela, incluyendo la conversión
de sanciones unilaterales en multilaterales, todo ello dirigido a forzar un
acuerdo que logre la realización de elecciones libres supervisadas por la
comunidad internacional, como inicio del cambio político; y,

Tercera: Concentrar nuestra lucha en unidad con la comunidad internacional en el objetivo central de Elecciones Libres a todos los niveles, desde el Presidencial hasta el Municipal, las cuales deben estar rodeadas de todas las garantías y condiciones democráticas, con un nuevo CNE y un Cronograma Electoral cuyo cumplimiento esté garantizado como parte del acuerdo, 8 además de un proceso imparcial apegado a la Constitución junto a las normas y prácticas democráticas.

Por eso, si creo conveniente y oportuno que los partidos políticos y los sectores sociales, junto a los dirigentes con aspiraciones legítimas, se organicen y trabajen para participar en próximos procesos electorales, pero no en los fraudes que promocionan Maduro y sus cómplices, sino para participar en unas elecciones libres que son hoy nuestro objetivo inmediato, que tendrán como meta principal el cambio político para cambiar las condiciones de vida del pueblo venezolano y para que el Socialismo del Siglo XXI sea un mal recuerdo por siempre.

Para nosotros esa es la ruta del cambio político y a partir de allí, el cambio del modelo económico y social que debe regir en la Venezuela del futuro, donde sea posible el desarrollo con vigencia de todas las libertades previstas constitucionalmente, en paz y con respeto a los derechos humanos.

Entre quienes hoy tengan la constancia y la firmeza ante la dictadura, surgirán los mejores candidatos para alcaldes, gobernadores o Presidente de la República cuando celebremos elecciones libres, incluidas las candidaturas para cuando se realicen con el fin de elegir una nueva Asamblea Nacional legítima que sustituya la electa el 06 de diciembre de 2015.

NUESTRA LUCHA NO SE PUEDE TRASAR SOLO POR UNOS CARGOS

Nuestra lucha no puede ser para transarnos por unos cargos obtenidos en
elecciones fraudulentas; lo que necesita y reclama el pueblo venezolano es una solución de fondo que cambie su calidad de vida en todos los sentidos, lo cual no será posible sin un profundo cambio del modelo político, económico y social que hoy rige en Venezuela.

La hora que vive nuestro país no es para luchar por nuestras aspiraciones
personales o partidistas, sino para tener una patria soberana y libre, capaz de lograr la felicidad de sus ciudadanos y para que los que se han ido tengan motivos para regresar, para lo cual debemos ser constantes, fieles a los 9 principios democráticos sin acomodos, leales de verdad a la herencia
libertadora.

Debemos convocarnos a unirnos con estos propósitos hasta lograr los objetivos propuestos, con la bandera nacional como símbolo hasta triunfar.

Cada uno de los que nos sintamos en la obligación de cumplir con el deber
histórico que nos corresponde, debemos ocupar el puesto que nos exige esta
lucha, sabiendo que lo que está en juego es rescatar la dignidad y el futuro de nuestra querida Venezuela.

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