El linchamiento de la democracia

• La cultura del odio es el frente, el primer plano de ideologías y fuerzas políticas, cuyo objetivo es la liquidación del régimen democrático y de libertades

Lo que ocurría como episodios aislados o excepcionales ha cambiado su carácter en los últimos cuatro o cinco años: se ha convertido en una práctica generalizada, cada vez más frecuente, más numerosa, más diversa y agresiva. Me refiero al linchamiento digital, fenómeno ahora mismo en plena expansión.

Lo que resulta más llamativo en una aproximación inicial, es su carácter cada vez más indiscriminado. Ya no se limita a políticos de oficio y a funcionarios. Ahora la plaga digital se abalanza sobre deportistas, profesionales de la industria del entretenimiento, empresarios, científicos, periodistas, líderes gremiales, artistas y más.

Cualquier persona que tenga una actividad conocida en el espacio público; quien se atreva a emitir una declaración pública o a expresarse en las redes sociales, adquiere la condición de blanco sobre el que no tardarán en llover descalificaciones y acusaciones, casi siempre, y ese es su carácter más recurrente, falsas, basadas en información distorsionada, rumores o meras especulaciones. El análisis de las armas con que se acometen las agresiones revelan la recurrencia de, al menos, tres corrientes que quisiera describir aquí.

La primera corriente se refiere a la desinformación reinante. El que aumenten, de forma constante, los portales informativos; el que los medios de comunicación tradicionales proyecten su trabajo en las redes sociales; el que haya miles y miles de reporteros que diseminan su trabajo a través de esas mismas redes sociales, no ha derivado hasta ahora en una sociedad mejor informada.

Al contrario: hay un predominio, creo que abrumador, de la desinformación. Supuestos, medias verdades, piezas sueltas de teorías conspirativas, especulaciones desprovistas de fundamento, acusaciones que provienen de rumores, hablan de usuarios de las redes sociales cuyos hábitos informativos son precarios: siguen a profesionales de la distorsión, leen un titular y sienten que eso les basta para formular una posición, se hacen eco de rumores o simples especulaciones. No se interesan por fuentes informativas confiables -que las hay-, no contrastan las informaciones, no buscan las opiniones de personas realmente expertas, a pesar de que ellas son igualmente accesibles.

La segunda corriente que quiero consignar aquí remite a la negatividad reinante en la sociedad planetaria. Los nuestros son tiempos de malestar e incertidumbre. Por momentos, se siente la presencia de un impulso destructivo -en el fondo, poderosamente autodestructivo-: se agrede a las instituciones y a ciudadanos destacados de todos los ámbitos; se lanzan acusaciones descabelladas; se prescinde de matices, consideraciones y sutilezas: se denigra sin evaluar ni las bases ni las consecuencias de lo que dice o se repite.

Se insulta y hace uso de un lenguaje dirigido a despojar de dignidad, pero más grave que eso, es que los insultadores no están solos: acumulan seguidores, reciben sus felicitaciones, tienen una especie de tropa que disemina sus mensajes de odio y descalificación. Son, si se quiere, sargentos de grupos virtuales de linchamiento que, por si fuese poco, se asumen a sí mismos como héroes del resentimiento y la rabia, ejercida impunemente en el espacio público. Se enorgullecen. Se lisonjean unos a otros. Adoptan poses: se creen justicieros, denunciadores, ciudadanos a los que la sociedad debe reconocimiento por sus mórbidas actuaciones.

Estas dos tendencias, la de la desinformación y la del resentimiento, son el aliento que da forma a la que, en mi visión, es la realidad más alarmante de todas: la instauración de una cultura del odio. Se trata de eso, ni más ni menos: de una cultura, es decir, de una masa de prácticas, articuladas entre sí, que responden a una serie de premisas, y que cuentan con los instrumentos -las redes sociales- a través de las cuales, con eficacia pasmosa, logran alcanzar a la inmensa mayoría de la sociedad (en abril de 2017,en un artículo publicado en la revista XLSemanal, Juan Manuel de Prada escribía:

“Para odiar tan solo necesitamos cosificar a la persona odiada, convertirla en una abstracción, reducirla a una caricatura, a un pelele, a un garabato (…) El odio puede ignorar tan campante a la persona concreta sobre la que se proyecta, así como sus circunstancias, puede despedazar su carne y triturar su alma hasta convertirlos en un gurruño o en una entelequia”).

La cultura del odio es el frente, el primer plano de ideologías y fuerzas políticas, cuyo objetivo es la liquidación del régimen democrático y de libertades. La paradoja de esta abigarrada problemática es que el odio y los linchamientos digitales solo son posibles en regímenes donde prevalece la democracia. Una vez más, nos encontramos con el mismo siniestro uso de las libertades para una actividad cuyo resultado en el tiempo no es otro que el menoscabo o el paulatino desfallecimiento de la libertad de expresión, requisito indisociable de la destrucción de la propia democracia.

Lo que hace realmente dramática y compleja esta situación es que millones de ciudadanos de vocación democrática contribuyen, sin ser conscientes de ello, con esta actividad de secuelas tan erosionantes y lesivas. No se entienden las porosas y delgadas fronteras que hay entre ejercicio de la libertad y libertinaje, entre la práctica de la libertad de expresión y su perversión desinformadora y denigradora. Es probable que todos, en alguna medida, hayamos aportado a la construcción del edificio social del odio. Por tanto, nos corresponde, de inmediato, dar comienzo a su urgente desmontaje. La sociedad democrática está llamada a defender la libertad de expresión, de los dos poderosos flancos que la amenazan: desde el poder censurador de los regímenes populistas y dictatoriales, y desde el seno de la propia sociedad civil, que ahora mismo instrumentaliza las políticas del odio.

◉ Para lectura completa pulse ➦Aquí

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad
ivy 168cm silicone doll s27 5ft8 c cup iron tech doll bluebella aria wired body red 41790 kendra lust sex doll charming business attire sex doll summer 166cm 6615f061 feng home assistant sex doll hot octopuss digit silicone sex doll johanna 170cm movable jaw with oral structure cinderella 165cm silicone doll s5 5ft4 d cup iron tech doll hot octopuss pulse duo lux elektra life size realistic silicone head sle body doll zxe206 1 zelex usa stock 88632e8f bang digital vibrating silicone wand camille mature dominatrix sex doll jenny m premium full silicone sex doll silicone pro series gdsex doll naruto cosplay sex doll tsunade 170cm coco de mer elise bodysuit blue eli 022 11 atelier amour mystic shadow body ms31 black high end silicone celebrity sex doll bingbing 164cm realistic super bbw sex doll nevaeh 161cm pillow talk lusty mature redhead sex doll adelina 161cm yuan sweet asian sex doll cool mature sex doll darcy 169cm silicone head small breasted american rebellious sex doll ari 163cm realistic mature huge boobs sex doll royal 156cm mature sexy blonde silicone sex doll lea 167cm yennefer lady 168cm 5ft7 e cup silicone sex doll game lady doll heather silicone head movable jaw sle body sex doll zelex usa stock ef179055 hot octopuss digit selina 168cm 5ft 6 c cup iron tech doll super sexy sex doll brielle 158cm catalina latina sex doll 170cm ad3c8841 william 175cm 5ft 9 male doll iron tech doll cat cosplay sex doll pegasus 6 curved ripple peg strap on set brittany 166cm 5 ft 5 c cup se doll mature sexy tall sex doll brenda 158cm rachel 175cm 5ft9 e cup iron tech doll cute blonde silicone sex doll taylor 148cm movable jaw with oral structure lovense flexer princess cuts beauty s long hair amira 165cm silicone head b5fa1e20 romp riot bullet vibe super real life size tall huge tits giant sex doll alessia 170cm miku 151cm 4 ft 9 e cup se doll big tits big ass black sex doll cleo 157cm queena realistic love doll se doll korean girl group sex doll lana 168cm fef5c9d4 super realistic asian big booty sex doll emersyn 169cm annie premium silicone sex doll angel kiss lydia step sister sex doll realistic mature blonde milf bbw sex doll serena 169cm silicone head