EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL ESPECTADOR
Un informe publicado por el Instituto de Economía Laboral IZA y trabajado por las economistas Ana María Ibáñez, Sandra V. Rozo, y el economista Dany Bahar, encontró que el Permiso Especial de Permanencia (PEP) otorgado a migrantes venezolanos no afectó el mercado laboral de los nativos colombianos.
Desde hace años se viene advirtiendo que la migración venezolana es una situación a la cual se tienen que acostumbrar todos los países de la región, pues no desaparecerá a corto plazo, sino que se mantendrá como una nueva realidad. La canciller colombiana, Claudia Blum, aseguró esta semana a este diario que actualmente hay 1.7 millones de venezolanos viviendo en el país, y que esa cifra aumentará a 2 millones para finales de año. En total, según el más reciente reporte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número total de personas que han abandonado Venezuela es de 5.2 millones.
Desde que aumentó el flujo migratorio, una de las preguntas frecuentes es qué tanto afecta laboralmente a los colombianos la llegada de tantos extranjeros, muchos de ellos mejor calificados, que cuentan con el Permiso Especial de Permanencia (PEP) y que en un principio llegaron sin papeles. Este fue el punto de partida del estudio “Dame tu cansancio y tus pobres: impacto de un programa de amnistía a gran escala para refugiados indocumentados”, publicado este mes por el Instituto de Economía Laboral IZA. El documento analizó el impacto del PEP en el mercado laboral colombiano a corto y mediano plazo y, la primera sorpresa, fue que no afectó los indicadores laborales de los nativos.
Es importante recordar que el PEP, que cobija casi medio millón de migrantes, fue creado en el 2017 por el presidente Juan Manuel Santos y, “a diferencia de otros casos de países que otorgaron estatus migratorio regular a gran escala a los migrantes indocumentados, el acceso al programa PEP no estuvo condicionado a ningún criterio de elegibilidad, además de haberse registrado en una encuesta previamente realizada”.
Una de los primeros puntos que destaca el documento es la importancia de tener un permiso de este tipo, que garantiza la posibilidad de buscar trabajo y de tener acceso a los servicios de salud. “Hay poca evidencia disponible sobre los impactos de otorgar permisos de trabajo a migrantes forzosos a gran escala, especialmente dentro de los países en desarrollo, que albergan a más del 85% de las poblaciones desplazadas por la fuerza en todo el mundo y generalmente tienen grandes sectores informales. Examinamos los impactos en el mercado laboral de un programa de amnistía a gran escala que otorgó permisos de trabajo a casi medio millón de venezolanos en Colombia durante el otoño de 2018”, afirma el texto.
Se tomaron en cuenta tres tipos de trabajadores: nativos colombianos, migrantes venezolanos, y trabajadores colombianos que regresaron al país en los últimos cinco años. Todo esto tanto en el marco del trabajo formal como en el del informal. “Utilizamos datos administrativos confidenciales sobre el número de inmigrantes indocumentados que obtuvieron el estatus de PEP, vinculados a los resultados del mercado laboral a nivel de departamento (es decir, a nivel estatal). Los datos se basan en encuestas mensuales de hogares y de población activa entre enero de 2017 y febrero de 2020”.
Los estereotipos y los imaginarios sobre los migrantes venezolanos se han reforzado durante los últimos años, más aún con el mundo digital. Esto ha llevado a casos de xenofobia y a tener falsas concepciones sobre su actividad en el país. De hecho, el Barómetro de la Xenofobia, un proyecto busca sistematizar, analizar, y difundir, como información pública, el análisis de datos recopilados en Twitter, páginas web y medios de comunicación sobre la población migrante en Colombia, encontró en su informe del mes pasado que las redes sociales y los discursos que circulan en su interior terminan incidiendo en la violencia contra la población migrante.
Por eso los resultados del estudio del Instituto de Economía Laboral IZA, elaborado por el economista Dany Bahar y las economistas Ana María Ibáñez y Sandra V. Rozo, es tan importante. “No encontramos ningún efecto grande o significativo del programa PEP en ninguno de los resultados que estudiamos, excepto en el caso del empleo formal. En particular, observamos que un aumento al doble de los titulares de PEP (por 100.000 habitantes) se traduce en una caída del empleo formal de 0,1 puntos porcentuale”.
Ahora bien, la pregunta es, ¿cómo es posible que que la regularización de aproximadamente medio millón de migrantes tenga estos efectos? El estudio arroja tres posibilidades: “La primera es que la composición de la oferta de mano de obra se mantuvo sin cambios después de la implementación del programa. En otras palabras, el principal motivo de los titulares de PEP para obtener el nuevo estatus migratorio fue acceder a servicios públicos, como salud y educación para ellos y sus dependientes, y no cambiar de trabajo del sector informal al formal”.
La segunda tiene que ver con la demanda de trabajo, es decir, los migrantes pueden estar buscando un trabajo formal, son lograr conseguirlo. “Por ejemplo, no está claro si las empresas colombianas ofrecerán un trabajo formal a los migrantes, o incluso si las empresas tienen información sobre lo que es una PEP y el hecho de que efectivamente es un permiso de trabajo válido. Nuestras conversaciones con los funcionarios locales colombianos que trabajan en la implementación del programa son consistentes con esta posibilidad como parte de la explicación”, señala el documento.
La tercera opción es que el aumento de la oferta laboral provoca efectos de equilibrio “que dan como resultado una dinámica tal que no observamos efectos negativos en el mercado laboral. De hecho, el tamaño insignificante del efecto que documentamos está en línea con otros estudios sobre los efectos de la afluencia de migrantes en los resultados del mercado laboral”.
El documento remata: “Como era de esperar, observamos un efecto positivo y significativo del programa sobre el empleo formal de los migrantes venezolanos, lo que implica que el programa PEP de hecho está dando como resultado que los trabajadores venezolanos se incorporen al mercado laboral formal”.
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