EL VENEZOLANO COLOMBIA
Venezuela reportó 135 nuevos casos de COVID-19 y alcanzó las 2.087 personas contagiadas en total, al tiempo que anunció la detección de un «brote grande» de la enfermedad en una comunidad indígena pemón del amazónico estado de Bolívar, en el sur del país.
Así lo explicó Nicolás Maduro en un acto en el que detalló que, de los nuevos casos reportados, 31 son de «transmisión comunitaria», mientras que los restantes 104 fueron «importados» desde Colombia y Brasil, dos naciones con las que Venezuela comparte frontera.
«MÁXIMA DISCIPLINA»
«Pido máxima disciplina», añadió el gobernante durante un acto de Gobierno para conmemorar el sexto aniversario de un programa estatal de viviendas transmitido por la televisión pública VTV, y añadió que se han relajado las medidas de seguridad como el distanciamiento social.
«Es impresionante cómo crecen los casos que regresan de Colombia. Por el Zulia tenemos una situación difícil, no ha llegado a grave, pero es amenazante», señaló.
En el estado Zulia, donde el suministro de agua y electricidad se corta hasta por 10 horas cada día y dificulta frenar la expansión del nuevo coronavirus, al menos cuatro personas han muerto en las últimas semanas por esta enfermedad, de acuerdo con las cifras oficiales.
Maduro también dijo que el brote en la comunidad pemón surgió después de que cientos de venezolanos contagiados regresaran al país desde Brasil a través de improvisados pasos fronterizos.
«Tenemos hoy decenas de casos en esa comunidad (…), se están pasando (algunos venezolanos) por las trochas para no pasar la cuarentena que tienen que pasar (al volver al país)», señaló.
Con este panorama, Maduro dijo que su Gobierno está haciendo un «esfuerzo grande de contención» en estas trochas ilegales que también existen en los límites entre Venezuela y Colombia.
«Ayer capturamos a 15 trocheros y se pusieron a las órdenes de la justicia, están presos», apuntó sin aclarar si las detenciones se dieron en límites con Brasil o Colombia.
Venezuela atraviesa su duodécima semana de cuarentena, aunque el Gobierno de Maduro ordenó una «necesaria» flexibilización de cinco días que comenzó el pasado lunes.
El Gobierno insiste en que más del 70 % de los casos totales -unos 1.500 contagios- corresponden a venezolanos que se contagiaron en países de la región y regresaron después de haber sido echados de sus trabajos o casas.