Sin la migración venezolana Colombia no habría llegado a tener 50 millones

• Aunque la gente no lo ve, el Dane es como una empresa de correos. Tenemos operaciones estadísticas que hacen presencia en casi todos los municipios de forma continua durante todo el año

EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL TIEMPO

El director del Dane, Juan Daniel Oviedo, asegura que nunca podría ser político. Que, cada vez que debe elegir entre una afirmación conveniente y una precisa, opta por la segunda.

Sin embargo, desde su nombramiento al frente de la entidad por el presidente Iván Duque en 2018 ha comprobado que dirigir la institución que centraliza gran parte de los datos del país –y que mide desde el crecimiento de la economía hasta la cifra de las poblaciones étnicas del país– implica, también, un diálogo con la opinión pública.

En especial en medio de una pandemia, cuando la información precisa se convierte en el insumo básico de las decisiones. Oviedo, doctor en economía de la Universidad de Toulouse y profesor de la Universidad del Rosario durante más de una década, asegura que la prioridad del Dane en esta coyuntura es dimensionar el impacto de la parálisis económica en las empresas y en los hogares.

¿Cómo afectó la cuarentena la forma de trabajar del Dane?

Aunque la gente no lo ve, el Dane es como una empresa de correos. Tenemos operaciones estadísticas que hacen presencia en casi todos los municipios de forma continua durante todo el año. El principal desafío que tuvimos fue reconvertir esa logística que nos permitía tener presencia en 950 municipios, con 108 operaciones estadísticas a lo largo de un año, 12 operaciones continuas. Ese volumen de servicios estaban basados en un 70 por ciento en la presencialidad.

Entonces rápidamente nos tocó reestructurar la forma de medir y logramos que en la encuesta de Mercado Laboral, por ejemplo, pudiéramos cubrir telefónicamente cerca del 94 por ciento de la muestra. Así que cuando el Dane dice que el desempleo es 19,8 por ciento, esa cifra parte de un proceso casi igual al que hubiéramos hecho si no estuviéramos en medio del covid-19.

¿Qué medición tuvieron que pausar?

Detuvimos una encuesta sobre los gastos en turismo. En estos primeros meses no era conveniente. A partir de julio vamos a retomar la operación por vía telefónica. Hay otra medición que se suspendió y consiste en una mirada a la informalidad que el país tiene que dar: la de las personas dueñas de una peluquería, un consultorio odontológico, una tienda, etcétera.

Estábamos haciendo una medición en las encuestas de hogares, con las personas que los datos nos arrojaban que probablemente tenían un micronegocio, los cuales están llamados a ser altamente informales.

Esa encuesta tuvimos que pararla, porque era supremamente difícil ir a preguntar sobre esas condiciones cuando sabíamos que estas personas iban a ser las más afectadas por el cierre de la actividad económica.

¿Y qué mediciones iniciaron?

Hay dos que son pulsos, que miden más acciones y percepciones que números. En asocio con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo estamos haciendo desde mediados de mayo lo que llamamos el pulso empresarial, para preguntarles a las empresas cómo han visto afectada su actividad, si está mandando a la gente a vacaciones, o haciendo turnos más largos.

Hemos podido ver que en marzo, por ejemplo, hubo un envío masivo a vacaciones, de casi seis veces más, como una estrategia de las empresas para ganar caja. A mediados de junio aspiramos a empezar a hacer un pulso social. Un cuestionario breve de temas como la forma en la que se está viviendo esta coyuntura en la casa, temas de salud mental, entre otros.

¿Cuál será el rol del Dane en la futura recuperación de la economía?

Ese proyecto de pulsos le ha dado más vida al proyecto del censo económico para el próximo año. Los datos que recoja el Dane serán claves para el futuro plan de reconstrucción laboral. Debemos saber cuántas empresas hay en el país realmente, incluyendo a las informales. La verdadera reconstrucción laboral tras esta coyuntura se debe dar basada en la formalidad.

El tema de la formalización empresarial ya no es solo un tema económico, sino de equidad intergeneracional. En este momento por cada 100 personas menores de 15 años hay 60 personas mayores de 60 años. Esas personas de 15 años, sí o sí tienen que ingresar a un mercado laboral formal, porque si no no hay régimen pensional que aguante en el mediano plazo. Nuestro proyecto es lograr para que en 2021 vayamos a campo y recojamos esa información.

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