Esta zuliana de 27 años nos cuenta cómo vive su experiencia tras las declaratoria de cuarentena obligatoria en Bogotá. “Con mi emprendimiento me expongo a muchas cosas, sin embargo, sigo adelante y tomo todas las medidas necesarias de seguridad”
- Yonielis, ¿Cuál es tu profesión?
Soy licenciada en Administración de Empresas con Técnico Superior en Recursos Humanos. Lamentablemente en Colombia no he podido ejercer por razones legales: mis documentos académicos no están apostillados, la decisión de venirnos fue tan repentina que no nos dio tiempo de registrar nuestros títulos, ni el de mi esposo, ni el mío.
- ¿Cuándo llegaste a Bogotá?
Llegué en junio del 2018 con mi esposo. Nos vinimos a Colombia por la cercanía con Venezuela. Pensamos que tramitar nuestros papeles sería fácil, pero no fue así. Nuestro plan desde el inicio era irnos a otro país y tomar Bogotá como un puente, pero el tiempo fue pasando y los planes cambiaron y aquí seguimos.
- ¿Qué actividades estás realizando?
Tengo una niña de tres años, de modo que se me complicaba bastante tener un trabajo de tiempo completo. Frente a esta realidad, tomé la decisión de formarme como manicurista y desde hace un año estoy dedicada totalmente a ese oficio.
- Como manicurista, ¿qué servicios ofreces?
Varios, en esa área. Aparte de hacer manicura y pedicura, también hago: esmaltado semipermanente, depilación corporal, y pestañas y cejas semipermanentes. Me manejo por cita previa, con domicilio en toda Bogotá.
- ¿Cómo te contactan?
A través de mi número telefónico: (+57) 300. 225 9737, si desean pueden llamar, escribir al WhatsApp o a mis redes sociales: @samisnails_.
- ¿Qué has hecho en esta cuarentena?
Me he dedicado a cuidar a mi hija: es muy pequeña y vulnerable. Te confieso que siento temor por la situación, todo está paralizado y a muchas de mis clientas les da miedo recibir visita en su casa por prevención al contagio del COVID-19 y es entendible. La única fuente de ingreso económico en estos momentos proviene de mi esposo, su trabajo no se ha parado en ningún momento, él trabaja como training en un call center
- Me dices que sientes temor: ¿Cuál es tu principal preocupación?
Mi mamá y mi hermana, sin duda. Mi madre trabajaba en un restaurante y debido a la situación quedó desempleada y en consecuencia ni ella, ni mi hermana pudieron pagar su arriendo. Ya les dije que se vinieran a vivir con nosotros. La verdad que queda tener fe en la mejoría de la situación.
- ¿Has pensando regresar a Venezuela?
Sí, claro. Ahora estoy nostálgica de mi tierra, pero luego respiro con serenidad y recuerdo que tengo una hija que merece calidad de vida y buena educación. Si regresamos a Venezuela, sería con otro gobierno y una mejor situación del país.
- ¿Qué es lo más difícil que has enfrentado en la cuarentena?
El pánico de que mi esposo quede sin trabajo en cualquier momento, tener a mi niña encerrada 24/7, y por supuesto, vivir sin saber que pasará mañana, eso lo he enfrentado en esta cuarentena y es angustiante.
“No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista” … así nos estemos derrumbando, debemos demostrar que los buenos somos más, tenemos que seguir adelante
- ¿Qué tipo de ayuda necesitarías?
Un trabajo para mi madre, es una mujer tan fuerte y con tanta experiencia, que verla en este momento sin un trabajo estable me preocupa y me pone muy triste.
- ¿Cómo crees que será tu vida cuando se levante la medida de cuarentena?
Más agradecida que nunca, por la vida, por el aire que respiramos y sobre todo por tener a los seres que amo con vida. Con respecto a mi trabajo, espero reiniciar considerando las medidas de seguridad sanitaria que correspondan.
- ¿Un mensaje para tus paisanos en estos momentos?
“No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista” … así nos estemos derrumbando, debemos demostrar que los buenos somos más, tenemos que seguir adelante.