“En la esquina de Miracielos
agoniza la tradición.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor…?
Miracielos; casuchas nuevas,
con descrédito del color;
antaño hubiera allí una tapia
y una arboleda y un portón.”
Este primer fragmento corresponde a un hermoso poema escrito por el poeta venezolano Andrés Eloy Blanco, el cual nos introduce en la vida cotidiana, referente al paso de la evolución de la sociedad hacia la modernidad. No consideramos condenable tal progreso. Lo que sí siempre hemos clamado es por el respeto a la cultura, las tradiciones, el derecho de propiedad y a los demás derechos humanos fundamentales.
Veamos ahora otros dos aspectos que describe en verso el poeta: uno, la importancia que ancestralmente ha tenido la medicina tradicional, esa que provee la naturaleza y que ha sido usada por los pueblos de acuerdo a sus creencias y en definitiva a sus valores culturales, que generalmente son ancestrales y han sido un aporte muy valioso en la vida de sus regiones.
El otro cimiento importante lo constituye la religión, un soporte moral y ético invalorable para la convivencia sana, en paz, y en armonía con los valores trascendentes de la humanidad. Este poema narra la importancia de la fe ante el clamor popular en recorrido del Miércoles de Dolor:
…<< cuando, apestada y sollozante,
la muchedumbre en oración,
desde el claustro de San Felipe,
hasta San Pablo, se agolpó…
– Oh, Señor Dios de los ejércitos,
La peste aléjanos, Señor>>
De tal manera cuenta la tradición que una peste azotó a Caracas en 1696 y recogido en este poema que el milagro se cumplió, y así nos lo describe poéticamente Andrés Eloy:
<< En la esquina de Miracielos
hubo una breve oscilación;
portadores de las andas
se detuvieron; Monseñor
el Arzobispo, alzó los ojos
hacia la Cruz; la Cruz de Dios,
al pasar bajo el limonero,
entre sus gajos se enredó, ….
y veinte manos arrancaban
la cosecha de curación
que en la esquina de Miracielos
de los cielos enviaba Dios.
Y se curaron los pestosos
bebiendo el ácido licor
con agua clara de Catuche,
Entre oración y oración>>
Volver a la fe, en su profundo respeto por la diversidad y las diferentes maneras que hayamos escogido en la vida espiritual, es siempre una opción de vida y reafirmación del respeto a la libertad de culto y también a la de no pertenecer a culto alguno.
Hoy más que nunca este derecho humano debe ser entendido y respetado. Haciendo siempre un llamado a volver la mirada no solo en la religión sino también en la ciencia y en la tradición para encontrar los caminos y las soluciones que como sociedad necesitamos no solo en tiempos de pandemias.