El Venezolano Colombia | Estoy en la frontera
La cuarentena obligatoria para combatir la propagación del COVID-19 en Colombia, mantiene en vilo a miles de migrantes que están a punto de quedarse en la calle por no tener cómo asumir arriendo y alimentación. En consecuencia, desde ciudades como Cali, Tunja, Bogotá, Medellín y Bucaramanga, centenares han pedido ayuda para retornar a Venezuela.
En el último informe entregado por Migración Colombia, al 29 de febrero de 2020, más de 1.025.000 migrantes están en situación irregular; lo que da cuenta de que no disponen de un empleo formal ni están inscritos en el sistema de seguridad social.
Se trata de venezolanos que se desempeñan como barberos, vendedores ambulantes, músicos de calle, mesoneros, servicio doméstico y demás oficios informales, que se sostienen de lo que perciben día a día.
Andreína Valera está en Bogotá y quiere devolverse Venezuela con sus dos hijos. Ha enviado mensajes por redes sociales a varias organizaciones que atienden población venezolana, con la esperanza de que alguna responda a su grito de auxilio.
La joven, de 24 años, trabajaba como vendedora ambulante, pero el aislamiento obligatorio la mantiene en casa y sin trabajar. “Estoy desesperada y solo quiero volver a Caracas”.
El mismo clamor lo hace Fabiola Sallam, quien asegura formar parte de un censo de 142 personas en condición de vulnerabilidad, levantado por los propios afectados. Pide a cualquier entidad “retorno a la frontera porque nos quedamos sin ahorros ni comida”.
El fin de semana se movilizaron buses con migrantes a la frontera, bajo la supervisión de Migración Colombia
Y aunque se han tomado acciones nacionales como diferir el pago de servicios públicos a 36 meses sin intereses ni pago de moras; la prohibición de desalojos a inquilinos que no puedan pagar temporalmente el arriendo, la habilitación de 5 albergues temporales y el anuncio de entrega de 25 mil mercados a familias migrantes en situación de vulnerabilidad en Bogotá, algunos de los afectados insisten en devolverse a su país.
Este fin de semana, buses con más de 500 migrantes desde Bogotá y Bucaramanga se trasladaron hacía la frontera con Venezuela y se habilitó un corredor humanitario temporal con la coordinación de Migración Colombia. A partir de allí, las peticiones de retorno de migrantes ha llovido en redes sociales.
Muchos de ellos han empezado a reunirse en grupos de Facebook y WhatsApps en los que “agentes de viajes” ofertan paquetes que van desde 150 mil pesos, con destino a Cúcuta, aparentemente aprobados por Migración Colombia; sin investigar la veracidad de esas «promociones».
En redes sociales abundan perfiles de «asesores» que ofertan boletos terrestres hacia Cúcuta, sin la permisología pertinente
“Estos transportes carecen de permisos de circulación. Tampoco están autorizados para salir desde los terminales terrestres ni movilizarse por los peajes. La gente tiene que entender que viajar así es bajo su propia responsabilidad”, aclaró Leonardo Márquez, uno de los administradores de la plataforma Venezolanos en Bogotá.
Otros, incluidos a venezolanos que vienen de Perú y Ecuador, han tomado decisiones más riesgosas: emprender el retorno a pie por la geografía colombiana para llegar a su destino final: Venezuela.
Migración Colombia no coordina traslados
Este lunes, fueron detenidos 6 buses de servicio especial en un control vial en Tunja, que portaban comunicados falsos, con sellos del Ministerio de Relaciones Exteriores, en el que aseguraban estaban prestando un servicio de «apoyo logístico y administrativo a las seccionales de Migración Colombia de las ciudades de Bucaramanga y Bogotá» para el transporte de migrantes venezolanos.
A través de un comunicado, Migración Colombia aclaró que “no viene coordinando, ni prestando servicios de transporte, alojamiento o manutención para la población extranjera, más allá de su nacionalidad”.
La entidad manifestó su rechazo en contra de personas que están sacando provecho de la emergencia sanitaria actual, así como de la necesidad del pueblo venezolano.
“Hemos informado a la Policía Nacional, a la Policía de Carreteras y al Ministerio de Transporte de esta irregularidad, e interpondremos las denuncias penales correspondientes con el fin de que estas personas sean judicializadas”.
Acciones del gobierno departamental
Silvano Serrano, gobernador del Norte de Santander, aseguró que el Gobierno Nacional y demás entidades públicas, realizan el acompañamiento de retorno de la población que en los últimos días se ha desplazado desde diferentes ciudades del territorio nacional hasta la frontera para cruzar hacia Venezuela.
El fin de semana, en trabajo conjunto se facilitó el traslado de más de 500 migrantes al puente Simón Bolívar
“Nos vemos abocado a otra situación, a una nueva crisis, y es el retorno de los hermanos venezolanos que quieren pasar al vecino país”.
Según el gobernador, se requiere un nivel de coordinación, desde las diferentes regiones para hacer esa hoja de ruta y ese acompañamiento que permita minimizar el riesgo (de contagio de coronavirus), no solo de las poblaciones que están haciendo tránsito estas personas “sino también del personal y de las personas que están retornando”.
Pero en otros departamentos como Cundinamarca, Antioquia y Boyacá no hay claridad sobre qué entidades están trabajando para facilitar este retorno voluntario de migrantes hacia el puente internacional Simón Bolívar.
Por su parte, Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali, anunció que desde su despacho se podría financiar un vuelo humanitario para migrantes; debido a la alta afluencia de venezolanos que están llegando desde la frontera con Ecuador; país que ha recibido los golpetazos del COVID-19.
“Se debe constituir un puente aéreo humanitario entre la frontera con el Ecuador, Cali y Caracas”, tuiteó.
En tanto, Víctor Bautista, Secretario de Frontera y Cooperación de Norte de Santander, advirtió que se necesita coordinación de las autoridades para activar protocolos sanitarios para prevenir una emergencia en momentos de cuarentena nacional.
No aupan el retorno de migrantes
La Embajada de Venezuela en Bogotá habilitó un registro de vulnerabilidad para identificar y priorizar con los entes públicos y privados que brindan ayuda humanitaria, a las personas que deben ser atendidas.
Zair Mundarai, asesor jurídico de la Embajada, explicó que en dicho censo no se previó la posibilidad de los retornados venezolanos, salvo “para aquellas personas que estaban de paso y que quedaron varadas en escala o con situaciones médicas puntuales” y que se han resuelto con el apoyo de Migración Colombia.
Aclaró que alentar una devolución masiva de migrantes hacia Venezuela, «es ser copartícipes de que a esas personas se les violente sus derechos fundamentales por parte del régimen de Maduro”.
Mundarai señaló que sería un despropósito impulsar una salida masiva, “cuando sabemos que del otro lado corren peligro sus vidas, por la ausencia de un sistema sanitario y de elementos primordiales para la del COVID.19”.
“Por más dura que sea la situación en Colombia, siempre habrá una posibilidad de mayor atención sanitaria, de contar con rutas de atención a través de organismos del gobierno colombiano y de entidades de cooperación internacional”, recordó.
Desde el Gran Acuerdo Venezuela, plataforma que agrupa a 190 asociaciones y fundaciones que atienden a población venezolana en Colombia, señalaron que “no están aupando ni negociando autobuses para enviar a gente a la frontera”.
Katherine Garzón, directora de la plataforma, enfatizó: “Entendemos la autonomía de los individuos, pero no promovemos que la gente se lance a las carreteras en momentos de cuarentena nacional, por la vida y la salud de quienes toman este tipo de decisión”.
Durante esta contingencia sanitaria, la plataforma continúa buscando donaciones y el reforzamiento de las redes de las organizaciones miembros a nivel nacional.
Por su lado, el representante de la embajada advirtió que la decisión de volver a Venezuela, por más dura y adversa que sea la situación en Colombia, no es la más acertada. Instó a los migrantes a pensar qué les espera del lado venezolano.
Sin suministro de alimento y gasolina, no podrán llegar a sus lugares de origen. Además del riesgos de salud al que se expondrían, ya muchos “están siendo acusados de mercenarios, de infiltrados, los que los colocaría en otra dimensión de violación de derechos humanos”.