¿Por qué surge la xenofobia en tiempos como estos?

• El antropólogo Gustavo Muñoz, docente de la Escuela de Ciencias Sociales de UPB, explica que la xenofobia es un término que evoluciona del griego al latín y que en su base hace referencia a tener “temor, miedo o repulsión hacia el otro, al diferente

El Venezolano Colombia | El Universal

Escritas en negro y en mayúsculas, sobre las puertas de su camioneta blanca, la médica ginecóloga Silvana Bonino se topó con las palabras “rata contagiosa” cuando se alistaba para salir a trabajar a un hospital en Barcelona. Dos llantas estaban pinchadas. Después de la conmoción inicial, ella y su esposo, de origen chino, denunciaron la agresión ante las autoridades, registró El País de España.

Otra médica en México fue atacada con cloro mientras paseaba a su perro en un parque, solo por estar usando su uniforme en la vía pública, documentó la Agencia Efe. En Colombia se han contado ese tipo de discriminaciones.

En un conjunto residencial en Robledo, un papel pegado en el espejo del ascensor del edificio decía: “Señores médicos, enfermeras y bomberos, por favor no usen el ascensor, nos ponen en riesgo”, y firmaban “los vecinos”.

La cuarentena ha estado marcada por casos de discriminación hacia ese mismo personal médico que recibe aplausos por las noches. A eso se suma un problema anterior, los casos de xenofobia que se desatan por los lugares de procedencia. Cuando se empezó a dispersar el coronavirus, asiáticos recibieron rechazo en varios lugares del mundo.

Ahora en China, que está superando la crisis, se conoció el caso de discriminaciones frente a un grupo de habitantes de origen nigeriano. Aljazeera registró que esos ciudadanos, quienes residen en la ciudad de Guangzhou, han sido sometidos a arduos controles, una medida considerada, además, como racismo. ¿Por qué se dan esos comportamientos?

El antropólogo Gustavo Muñoz, docente de la Escuela de Ciencias Sociales de UPB, explica que la xenofobia es un término que evoluciona del griego al latín y que en su base hace referencia a tener “temor, miedo o repulsión hacia el otro, al diferente, al distinto”. Desde la antropología, cuenta, se tienen indicios de que se fundamenta en una de esas emociones básicas que constituyen los mecanismos de adaptación humana.

“Como humanos u organismos hemos tenido la emoción de la sorpresa, el miedo o el asco frente a lo desconocido o lo que aparentemente representa una agresión”, lo cual se exterioriza hacia el extranjero, al que se ve o habla diferente o tiene otras costumbres. El profesor hace mucho énfasis en que el hecho de que sea un comportamiento que tenga bases adaptativas o biológicas, “no es excusa ni pretexto para la xenofobia, y menos ahora”.

El sociólogo Luis Guillermo Pardo, presidente de la Corporación C3 (Centro Consultoría de Conflicto), añade que la xenofobia, como ese miedo al extranjero, se da como un producto de relaciones sociales y que en momentos de crisis, como este, se alza porque se empieza a ver a los demás, especialmente a los que vienen de otros lugares, “no como seres humanos, sino como competencia por un ingreso, un mínimo, por el logro de las mercancías básicas”. Muñoz añade que esa competición igual se deriva de doctrinas neoliberales o capitalistas, “se nos enseña a ver al otro como competencia y agresión”.

¿Mejores que otros?

No es nada nuevo, en Europa pasaba con frecuencia antes de la llegada del coronavirus contra personas de origen africano o asiático. En Estados Unidos el discurso contra la población latinoamericana fue uno los mecanismos que usó Trump para ganar las elecciones, “los movimientos populistas siempre han usado la xenofobia para ganar mayores adeptos”, señala Muñoz.

“Xenofobia es una creencia que la traemos desde hace siglos, de que unos somos mejores que otros”, opina Bianca Camacho, magíster en Psicología Clínica y de Familia. Pone el ejemplo de los conquistadores españoles que cuando llegaron a América creían que los indígenas eran ignorantes.

“Cuando las personas estamos en alerta, nuestros miedos profundos salen porque esos momentos nos ponen en estado de sobrevivencia”. Explica que allí se involucra el cerebro reptiliano, la parte más antigua que el humano comparte con otros mamíferos. “Es la que con siglos de evolución nos ayuda a adaptarnos, crear mejores formas de vivir y desarrollar habilidades”. Es una memoria instintiva, se activa en crisis profundas.

Su uso lleva a actuar, no tanto a pensar.

Las reacciones de cada quien se suman, además, a “las creencias relacionadas con que hay personas mejores y peores”, por ejemplo, y a un manejo de emociones que aún no es lo suficientemente maduro. Por eso los otros parecen convertirse en un peligro más. Este fenómeno de rechazo a los migrantes ya se venía presentando en el país, particularmente con los venezolanos. Según Migración Colombia, hay 1 millón 825.000 en el país.

Los cuidadores de la salud

Además del miedo que aflora durante una pandemia y las exigencias de su profesión, los médicos y las enfermeras reciben el peso adicional del rechazo. “En este contexto estamos buscando un enemigo, como no podemos ver al que nos tiene encerrados, el coronavirus, es más fácil tener una guerra con un ser humano”, explica la psicóloga Natalia Castaño. Eso hace que la búsqueda por ese enemigo se oriente tanto en un ciudadano extranjero que se ve sometido a seguir trabajando, como los profesionales de la salud que están más expuestos.

¿Qué hacer entonces?

Lo positivo es que cada uno puede apelar, nuevamente, a la solidaridad y romper la cadena. “Cuando alcanzamos a ver a los demás, nos identificamos con el otro, cuando me veo frente a él y veo que hay otro igual a mí, ese sentimiento se empieza a atenuar, a reducirse”. Para eso dice que es fundamental educar y ser conscientes de esa capacidad de mirar al otro como igual, desde la familia, el colegio y hasta la religión y la política.

Muñoz destaca que la xenofobia se reduce en sociedades más maduras, solidarias y racionales. Frente al caso específico de discriminación que sufren los ciudadanos venezolanos en Colombia, hace una reflexión: “Alguna vez fueron los colombianos los que migraron hacia Venezuela, quizá nos falta reconocer la historia para ser más solidarios”.

Y frente a los médicos, recuerde que si se enferma, son ellos los que lo van ayudar a aliviarse, y que seguramente, por vocación incluso, están haciendo todo lo posible por cuidarse y cuidar a los demás.

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