Ante una Plaza San Pedro vacía, el papa Francisco brindó un mensaje al mundo. El Sumo Pontífice aseguró que «nadie se salva solo» de la crisis mundial generada por la difusión del nuevo coronavirus, durante el histórico rezo que encabezó en soledad en la Plaza San Pedro para pedir el fin de una pandemia con la que, afirmó, «nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados».
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