La nueva sección «Encounters» de la Berlinale, dedicada a nuevas formas narrativas, ha traído suerte al cine latinoamericano, con el premio a la mejor ópera prima para «Los conductos», del colombiano Camilo Restrepo, y una mención especial para «Isabella», del argentino Matías Piñeiro.
En una rueda de prensa posterior a la gala final del festival, Restrepo expresó su gratitud a la nueva sección por «querer poner lo que antes era denominado la periferia del cine en el centro» y por haber sido invitado a participar en ella.
«En esa periferia del cine», añadió, «se hacen unas películas muy interesantes que a veces son mal vistas o poco vistas, y en este momento ‘Encounters’ les da una luz muy especial».
Esta coproducción colombiana, brasileña y francesa no habría sido posible sin la «familia mundial que hemos formado», afirmó por su parte una de las productoras de la película, Helen Olive.
Por la parte brasileña, el coproductor Andre Mielnik agradeció al festival el apoyo al cine brasileño «en un momento en el que no tenemos financiación pública», dijo.
«Tuvimos que ponernos a nosotros mismos en riesgo, nuestro trabajo, nuestras carteras, y sobre todo por la creencia de que al final estábamos haciendo la película que queríamos hacer, no era por la Berlinale ni por los premios», explicó el coproductor brasileño.
El premio a la mejor ópera prima está dotada con 50.000 euros a repartir entre el director y los productores, concedidos por GWFF, sociedad que protege los derechos de cine y televisión.
Piñeiro, que no estuvo presente en la gala de entrega de premios, había dicho hace unos días sobre «Encounters» en una entrevista con Efe que «es el inicio de algo nuevo, lo cual siempre es excitante», y es también algo que «no se entiende todavía bien qué es», al tiempo que señaló que le gusta precisamente, «ese lugar de incertidumbre y de gestación y de formulación de algo nuevo».
Durante la entrega de premios de esta nueva sección, la cineasta chilena, Dominga Sotomayor, agradeció al festival la invitación para formar parte del jurado de «Encounters» y por «poner un foco en Chile» durante la Berlinale.
Agregó que en Chile -que este año fue «país en foco» o invitado especial en el European Film Market-, su familia, sus amigos y sus colegas «están pasando por una crisis gubernamental que está coartando la libertad mediante represión y la violación de derechos humanos».
«Es mi deber decir que los chilenos están pidiendo algo muy simple: estamos reclamando dignidad y seguiremos luchando por ello con firmeza y sin miedo», dijo visiblemente emocionada.
Dentro de la sección Generation Kplus, dedicado al cine infantil, el filme mexicano «Los lobos», de Samuel Kishi Leopo, se llevó el Gran Premio del Jurado Internacional, dotado con 7.500 euros concedidos por la organización benéfica para niños Deutscher Kinderhilfswerk, además del Premio de la Paz, otorgado por un jurado independiente.
El jurado internacional de Generation Kplus concedió asimismo una mención especial a la ópera prima «Mamá, mamá, mamá», de la argentina Sol Berruezo Pichon-Rivière.
En tanto, el Oso de Cristal al mejor cortometraje, concedido por un jurado infantil de once miembro recayó en «El nombre del hijo», de la argentina Martina Matzkin, que se llevó también el Premio Especial de Jurado Internacional, dotado con 2.500 euros concedidos por Deutscher Kinderhilfswerk.
En la sección Generation14plus, dedicado al público juvenil, el filme brasileño «Meu nome é Bagdá» («My Name Is Baghdad»), de Caru Alves de Souza, fue distinguido con el Gran Premio del Jurado Internacional al mejor largometraje, dotado con 7.500 euros concedidos por la Central Federal para la Formación Política (BPB).
En tanto, el filme argentino «Playback. Ensayo de una despedida», de Agustina Comedi, fue distinguido como mejor cortometraje con el Premio Teddy al cine LGTB.
La cinta «Chico ventana también quisiera tener un submarino», del uruguayo Alex Piperno, se llevó el Premio de los Lectores de «Der Tagesspiegel».
El Venezolano Colombia con EFE
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