Siempre dedicamos nuestras clases universitarias a uno de los más notables economistas y filósofos sociales del siglo XX como lo fue, Ludwig Von Mises. Y a una de sus obras más influyentes: Socialismo.
En el curso de una larga y altamente productiva vida, Mises desarrolló una integrada y deductiva ciencia económica, muy completa, basada en el axioma fundamental de que todos los individuos actúan consistentemente con el propósito de alcanzar sus metas deseadas. Aún cuando sus análisis económicos eran en sí mismos «libres de valor».
Mises concluyó que la única política económicamente viable y exitosa para la raza humana era una política irrestricta de laissez – faire, de mercados libres y del ejercicio pleno de la propiedad privada, con gobiernos estrictamente limitados a la defensa de la persona y la propiedad dentro de su área territorial. No hay otra.
Mises fue capaz de demostrar tres cosas muy importantes:
1.- Que la expansión de los mercados libres, la división del trabajo y la inversión de capital privado es el único camino posible hacia la prosperidad y florecimiento de la raza humana,
2.- que el socialismo es desastroso e inviable para la economía moderna, puesto que la ausencia de propiedad privada de la tierra y de los bienes de Capital evita cualquier forma racional, económica y productiva de establecimiento de precios, y de estimación de costos.
Y finalmente,
3.- que el creciente intervencionismo gubernamental, sumado a la obstaculización y reducción del mercado, se prueba y demuestra contraproducente, y lleva inevitablemente al socialismo, a menos que la intervención sea repelida y el libre mercado restaurado prontamente.
Sosteniendo estos puntos de vista, hemos enseñado y luchado por aclarar la verdad frente a un siglo cada vez más devoto del estatismo y el colectivismo. Mises se volvió también famoso por su «intransigencia» al insistir en el uso de un patrón de oro antiinflacionista y en el laissez – faire (liberalismo).
Como consejero económico del jefe del gobierno austríaco en los años 1920, Mises fue capaz de reducir la inflación, y desarrolló su propio seminario privado, el cual atrajo a los más sobresalientes jóvenes economistas, científicos sociales y filósofos de Europa.
Su teoría del ciclo de negocios acusaba y cuestionaba a las políticas inflacionarias de los Bancos Centrales por la inflación y la recesión o depresión económica, y fue adoptada por la mayoría de los jóvenes economistas en Inglaterra en los principios de los años 1930 como la mejor explicación a la Gran Depresión o Recesión.
Habiendo escapado de los nazis a USA, Mises hizo mucho de su más importante trabajo en su patria adoptiva. En alrededor de dos décadas de enseñanza inspiró a una emergente Escuela Austríaca en ese país. En 1974, un año después de su muerte en 1973, su más distinguido seguidor, F. A. Hayek, fue reconocido con el premio Nobel en Economía por su trabajo en la elaboración de la teoría del ciclo de negocios de Mises durante las décadas de 1920y 1930.
Algún día Venezuela saldrá de este marasmo, destrucción y confusión. Ese día todos los venezolanos tendremos que volver los ojos al libre mercado y a la Escuela Austríaca de Economía.
Espero que cuando llegue ese día nuestros estudiantes y toda la nueva generación puedan reflexionar seriamente sobre esto, y hagan su contribución y aporte a la reconstrucción de Venezuela. Personalmente nuestro aporte y contribución han sido estás clases, cursos, seminarios y Conversatorios en función de buscar el Primer Mundo, el de la Libertad.