La Organización Mundial de la Salud (OMS) generó un cuestionario con las inquietudes que suelen transformarse en miedos de la población y las autoridades, dando respuesta técnica en materia de salud con referencia a los migrantes.
P: ¿Qué problemas de salud presentan los refugiados y migrantes?
R: Los problemas de salud que presentan son similares a los del resto de la población, aunque puede que con una prevalencia más alta en algunos grupos. Los problemas de salud más frecuentes entre los refugiados y migrantes que acaban de llegar son las lesiones accidentales, la hipotermia, las quemaduras, los accidentes cardiovasculares, las complicaciones del embarazo y el parto, la diabetes y la hipertensión.
Las mujeres migrantes se enfrentan muchas veces a dificultades específicas, particularmente en el ámbito de la salud materna, del recién nacido y el niño, la salud sexual y reproductiva, y la violencia.
La exposición de los migrantes a los riesgos derivados de los desplazamientos de población –trastornos psicosociales, problemas de salud reproductiva, mayor mortalidad neonatal, uso indebido de drogas, trastornos nutricionales, alcoholismo y exposición a la violencia– aumenta su vulnerabilidad a las enfermedades no transmisibles.
El problema principal con respecto a esas enfermedades es la interrupción de la atención, bien por falta de acceso a ella o a quienes la dispensan o por el desmoronamiento de los sistemas de atención sanitaria; el desplazamiento desemboca en la interrupción del tratamiento continuo, crucial para las afecciones crónicas.
Los niños vulnerables son propensos a infecciones agudas, como las infecciones respiratorias y la diarrea, debido a la pobreza y las privaciones durante la migración, y necesitan acceso a la atención pertinente. La falta de higiene puede provocar infecciones cutáneas.
P: ¿Cuáles son las recomendaciones para la clasificación y reconocimiento de los migrantes a su llegada?
R: La OMS no recomienda un reconocimiento obligatorio de las poblaciones de refugiados y migrantes para detectar enfermedades, puesto que no hay pruebas concluyentes de que ello sea beneficioso (o costoeficaz); además, puede generar ansiedad en los refugiados, los migrantes y la comunidad en general.
La OMS recomienda encarecidamente ofrecer y efectuar controles de salud para velar por que todos los refugiados y migrantes que necesiten protección sanitaria tengan acceso a cuidados de salud. Tales controles deben efectuarse para detectar tanto enfermedades transmisibles como no transmisibles y siempre respetando los derechos humanos y la dignidad de los migrantes.
Todas y cada una de las personas desplazadas deben tener pleno acceso a un entorno acogedor, a medidas de prevención (por ejemplo, vacunación) y, cuando sea necesario, a atención sanitaria de calidad, sin discriminación por motivos de sexo, edad, religión, nacionalidad o raza.
P: ¿Se debe vacunar a los migrantes recién llegados?
R: Existen las mismas posibilidades de que se transmitan a las poblaciones de un país de acogida enfermedades prevenibles mediante vacunación cuando un residente de ese país regresa de unas vacaciones en un país con una enfermedad endémica que con la llegada de un migrante de ese mismo país. Todavía hay lagunas considerables en la inmunización de poblaciones en la Región, bien porque los países deciden no aprovechar los beneficios de la vacunación o por limitaciones en el acceso a los servicios correspondientes.
El acceso equitativo a la vacunación es de importancia capital y se debe proporcionar a los refugiados y migrantes, con independencia de su situación. Las campañas sistemáticas de inmunización se deben dirigir también a los migrantes y refugiados.
P: ¿Qué tipo de acceso a la atención de salud recomienda la OMS para refugiados y migrantes?
R: El estado jurídico de los migrantes es principalmente lo que determina su acceso a los servicios sanitarios de un país. Todos y cada uno de los refugiados y migrantes deben tener acceso pleno e ininterrumpido a un entorno acogedor y, cuando sea necesario, a atención sanitaria de calidad, sin discriminación por motivos de sexo, edad, religión, nacionalidad o raza.
La OMS apoya las políticas destinadas a facilitar servicios de atención de salud a los migrantes, independientemente de su estado jurídico. Un acceso rápido a la atención de salud puede comportar la curación del enfermo y evitar la propagación de enfermedades; por lo tanto, interesa tanto a los migrantes como al país receptor velar por que la población residente no se vea innecesariamente expuesta a la importación de agentes infecciosos. Asimismo, el diagnóstico y tratamiento de enfermedades no transmisibles, como la diabetes y la hipertensión, pueden evitar que las afecciones vayan a más y que pongan en peligro la vida del enfermo.
P: ¿Qué medidas adopta la OMS ante las repercusiones de los elevados flujos de refugiados y migrantes que llegan a la Región de Europa?
R: La OMS trabaja para:
- formular políticas sanitarias que tengan en cuenta a los migrantes;
- fortalecer los sistemas sanitarios para ofrecer un acceso equitativo a los servicios;
- establecer sistemas de información para evaluar la salud de los migrantes;
- intercambiar información sobre las mejores prácticas;
- sensibilizar a los proveedores de servicios de salud y los profesionales sanitarios con respecto a los factores culturales y de género y ofrecerles formación específica al respecto; y
- promover la cooperación multilateral entre los países con arreglo a la resolución WHA61.17 sobre la salud de los migrantes, aprobada por la 61.ª Asamblea Mundial de la Salud en 2008.
Con información de Organización Mundial de la Salud
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