Un grupo bipartidista de legisladores de la Cámara de Representantes de EEUU presentó el Caucus para la Democracia de Venezuela, una iniciativa que busca «restaurar la democracia» en ese país, según sus fundadores, que apoyan a Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional.
“El camino más rápido para restaurar la democracia en Venezuela es unir el poder de aquellos en nuestro Congreso de Estados Unidos que trabajarán para restaurar la gobernanza legítima y el respeto de los derechos humanos para los millones de venezolanos que ahora sufren bajo el régimen ilegítimo actual», explicó la demócrata Debbie Wasserman-Schultz, una de las impulsoras de la iniciativa.
En sus declaraciones, Wasserman-Schultz aseguró que ella y sus colegas del caucus seguirán «presionando» desde Washington para conseguir que haya un «cambio imperativo» en Venezuela.
«Es absolutamente incorrecto lo que está sucediendo ahí. Maduro tiene a su propia gente muriéndose de hambre», denunció la congresista poco después de ser levemente agredida por una miembro del colectivo Code Pink mientras presentaba la iniciativa en los aledaños del Capitolio.
Una decena de miembros de ese grupo aparecieron en la zona de
prensa exterior del Congreso estadounidense justo antes de que empezara la
presentación del nuevo caucus con pancartas contra la intervención de EE.UU. en
Venezuela, en particular, y globalmente, en general.
Tras gritar consignas como «¡Maduro, presidente!» o
«¡Quiten sus manos de Venezuela!», varios asistentes del evento se
enzarzaron en un rifirrafe físico con los manifestantes que acabó con
Wasserman-Schultz levemente agredida.
«O se quedan aquí callados o la Policía del Capitolio
vendrá a arrestarlos», advirtió la que fuese presidenta del Comité
Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) hasta 2016.
Momentos después, una decena de efectivos de la policía
capitalina separaron a ambos grupos y demandaron a los manifestantes que se
mantuvieran en silencio.
«Nunca había sido agredida físicamente de esta manera,
pero una cosa está clara: no nos van a callar», defendió Wasserman-Schult.
Junto a la representante por Florida estuvo también su colega
republicano Mario Díaz-Balart, con quien comparte ampliamente su visión sobre
la situación en Venezuela.
«Estoy absolutamente convencido de que el sistema del
régimen de Maduro no es sostenible, pero hace falta incrementar la presión y la
solidaridad. Agradecemos a la Administración del presidente Trump la postura
que ha tomado tan digna de apoyo al pueblo de Venezuela», argumentó
Díaz-Balart.
En sus intervenciones ambos subrayaron el carácter
«bipartidista» de la iniciativa, que cuenta ya con ocho republicanos
y siete demócratas.
Además de Díaz-Balart, los republicanos Michael Waltz, John
Rutherford, Paul Cook, Ted Yoho, Jennifer Gonzalez-Colon, Adam Kinzinger y
Steve Chabot también forman parte del Caucus para la Democracia de Venezuela.
Asimismo, Wasserman-Schultz encabeza una lista de demócratas
que completan Darren Soto, Albio Sires, Debbie Murcasel-Powell, Donna Shalala,
Brendan Boyle y Ted Deutch.
Estos legisladores estuvieron acompañados también por Carlos
Vecchio, el embajador en Estados Unidos de Guaidó, que agradeció «el
compromiso de EE.UU. con la verdadera democracia de Venezuela».
Desde la fallida toma de poder de Guaidó, tanto el Senado
como la Cámara de Representantes han impulsado medidas para tratar de dar
soluciones a la crisis venezolana, como la petición de un Estatus de Protección
Temporal (TPS, en sus siglas en inglés) para los nacionales de Venezuela,
aunque sin éxito hasta el momento.
Con información de EFE
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