El Gobierno colombiano pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) que convoque una reunión «urgente» de su Consejo Permanente para ayudar a buscar soluciones a la situación de Bolivia, cuyo presidente, Evo Morales, renunció a su cargo tras casi 14 años en el poder.
Así lo expresó la cancillería colombiana en un comunicado en el que explica que, tras la renuncia de Morales, «solicita a la Secretaría General la convocatoria de una sesión del Consejo Permanente, de manera urgente, a fin de buscar soluciones a la compleja situación institucional que se presenta en el Estado Plurinacional de Bolivia».
La renuncia de Morales, quien dijo ser víctima de un «golpe cívico», fue precedida de una avalancha de dimisiones de miembros de su gabinete ministerial y del presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Víctor Borda, y le siguieron el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, y otros funcionarios, con lo cual no se sabe quién tomará las riendas del país.
La renuncia del primer presidente indígena de
Bolivia fue precipitada por las violentas protestas tras las denuncias de
fraude en las elecciones del pasado 20 de octubre, y horas después de haber
convocado otros comicios, como recomendó la OEA.
«Colombia invita a los representantes de las
instituciones del Estado, de los diferentes partidos políticos y de la sociedad
en su conjunto, a trabajar de la mano por garantizar un proceso de transición
pacífico», añadió el comunicado de la Cancillería.
Añade que esa transición debe ser «en estricto apego a
las disposiciones constitucionales que rigen el ordenamiento jurídico boliviano
y con el acompañamiento de la comunidad internacional».
Al anunciar su renuncia, Morales reiteró sus acusaciones
contra el expresidente boliviano Carlos Mesa (2003-2005) y el opositor Luis
Fernando Camacho de instar un golpe de Estado para obligarlo a abandonar el
poder y les pidió que «no maltraten» a los bolivianos.
Con información de EFE
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