Chile expulsó del país a 50 extranjeros, entre ellos 30 cubanos y nueve venezolanos, por estar de manera irregular en el país o haber cometido delitos en las recientes protestas que sacuden el país, informó el gobierno de la región de O’Higgins.
“La violencia sin lugar a dudas ha sido la peor cara de las manifestaciones registradas recientemente en Chile. Una realidad de la cual la región de O´Higgins no ha estado ajena, pese al llamado de distintos sectores, incluyendo la propia ciudadanía, de deponer este actuar e impulsar una agenda social que atienda las legítimas demandas que gatillaron la crisis que atraviesa el país”, explicó el gobierno en un comunicado.
“Es en este contexto, que del total de 50 ciudadanos extranjeros cinco fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia, por una parte, por protagonizar saqueos, y por otra, por estar involucrados en desórdenes, atentar contra la autoridad y levantar barricadas”, agregó.
Chile se ha convertido en un imán para los inmigrantes cubanos, haitianos y venezolanos que huyen de su país debido a la pobreza y a la falta de libertades cívicas. A pesar de realizar una reforma migratoria que concedió la residencia a miles de inmigrantes, el éxodo venezolano y cubano continúa alimentando las estadísticas de migración chilenas.
Las protestas en el país se desataron el pasado 18 de octubre tras un aumento en el costo de los pasajes del metro. Desde entonces miles han salido a las calles a protestar contra la desigualdad, la pobreza y a favor de una nueva Constitución que sepulte la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet. Unas 23 personas han fallecido desde que estalló la crisis y se conoce de al menos 2,300 heridos.
Chile, uno de los países más estables y prósperos de América Latina, quedó sorprendido con la violencia de las protestas. Algunos grupos destruyeron parte del metro de Santiago, al menos 131 comisarías han sido atacadas y los saqueos en comercios y pequeños negocios se han convertido en titulares cotidianos.
Desde el inicio de las protestas, al menos 17,000 personas han sido detenidas, de las cuales 950 se encuentran aún en prisión preventiva, de acuerdo con cifras oficiales.
EEUU alertó a Chile de actividades de influencia rusa en ese país para apoyar las protestas. Rusia es aliada de Venezuela y Cuba, con quienes el gobierno del derechista Sebastián Piñera no tiene buenas relaciones. Piñera desconoce al régimen de Nicolás Maduro, en Venezuela, y es crítico con los gobiernos aliados de La Habana.
“Tenemos indicios de actividades rusas para dar un curso negativo al debate en Chile”, dijo en una llamada de prensa un funcionario del Departamento de Estado.
Rusia negó estas acusaciones, algo que también hizo Cuba, aunque respaldó a los movimientos populares que protestan. “Maliciosamente se acusa a Cuba de ser culpable de lo que sucede en Venezuela y de las recientes manifestaciones populares contra el despiadado neoliberalismo que avanza en la región”, dijo el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla.
Con información del Nuevo Herald
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