Miles de familias, niños, mujeres embarazadas y adultos mayores llegan todos los días a Colombia; han tenido que salir desde Venezuela, no por gusto, sino porque les toca, no han tenido más opciones que migrar hacia otros países debido a la crisis económica y humanitaria por la que pasa el vecino país.
En medio de ese tránsito muchos han llegado a Bucaramanga, cansados de caminar, con los pies llenos de ampollas, sin un lugar seguro y lo que es peor, sin un plato de comida caliente al final del día. La mayoría de ellos hace una estación allí para retomar fuerzas y continuar hacia Ecuador, Perú o Brasil. Alguno no saben ni adónde ir.
Como una forma de ayudar en el drama de estos migrantes, Alba Pereira, quién también es venezolana y vive en Colombia desde hace quince años, creó en 2013 la fundación Entre Dos Tierras. Y, aunque en un principio buscaba orientar a los migrantes en temas jurídicos y de emprendimiento, su misión y acciones empezaron a cambiar desde hace dos años; cuando más migrantes comenzaron a llegar diariamente a Colombia en condiciones difíciles. En esa ciudad no había nadie que los auxiliara con un primer plato de comida.
Alba, junto con otras seis personas, atiende diariamente entre setecientos cincuenta y novecientos venezolanos; les dan medicamentos, les sanan las heridas, les brindan un desayuno o un almuerzo caliente para que puedan reponerse y seguir sus caminos.
“Hemos sido el alivio para más de 350 mil personas, hemos logrado atender en un año tanto en la sede como en las rutas que realizamos, dándoles un plato de comida y bebida caliente a la hora del desayuno», cuenta Alba.
El grito de auxilio de Alba y sus compañeras va dirigido hacia el gobierno departamental y nacional, a los empresarios y a todos quienes puedan ayudar para que el único sitio que ha dado un poco de alivio a los migrantes venezolanos en su paso por Bucaramanga no cierre las puertas.
“Hacemos un llamado a los empresarios que nos den una mano; nosotros somos una entidad sin ánimo de lucro, nosotros podemos dar un certificado de donación, estamos autorizados por la DIAN. Hemos hecho milagros con lo poco que hemos tenido”, dice Alba.
Según dice Alba, durante mucho tiempo han recibido críticas porque los señalan de “asistencialistas” pero según dice “no hay otra forma de ayudar, no hay otra manera humanitaria de poder dar la mano, de estar allí para dar una palabra de aliento, un abrazo, una sonrisa”, añade.
El trabajo de Entre Dos Tierras no es solo brindando un plato caliente todos los días a los caminantes que llegan a Bucaramanga, también hacen recorridos por otros pueblos como Pamplona, Puerto Berrio y San Gil, siempre llevando ayudas, medicamentos y comida, pero también buscando recursos para no cerrar el único sitio que ha podido calmar el hambre de los migrantes en esa ciudad.
“Nuestro lema es humanizar y dignificar la migración y lamentablemente sentimos que estamos paliando una situación que no nos correspondía y la estamos llevando solos. Aquí debía estar la embajada de Venezuela, ellos tienen como buscar los recursos, deberían apoyar todas estas iniciativas que se están dando para atender a esta población”, reitera Alba.
Y es que el drama de la migración venezolana parece no tener fin, así lo advirtió la ONU este lunes al afirmar que la crisis de migrantes venezolanos en América Latina empeorará en 2020, cuando se espera que alcance los 6,5 millones.
Eduardo Stein, enviado especial de la ONU para la conferencia internacional en Bruselas centrada en crisis migratoria aseguró que “los desafíos para 2020 serán aún mayores que los que se enfrentan en 2019”.
Según Stein el número total de refugiados y migrantes venezolanos, que en un 80% de los casos buscan refugio en países cercanos, especialmente en Colombia, pasará de los 4,5 millones actuales a 6,5 millones en 2020.
Mientras tanto para Alba Pereira, la situación de los migrantes venezolanos no es una crisis política, es una crisis humanitaria que debe ser atendida como tal “tenemos mujeres todos los días cruzan la frontera para venir a para a Colombia porque en Venezuela no hay condiciones, tenemos gente con enfermedades mentales muy graves porque no hay medicamentos” agrega.
Entre Dos Tierras sigue clamando ayuda, SEMANA pública el número de cuenta la fundación y su teléfono celular por si alguna persona desea ayudar en la búsqueda recursos para que más venezolanos tengan al menos un primer alimento a la hora de llegar a un país ajeno al de ellos.
Nombre del dueño de la cuenta: Fundación Entre Dos Tierras.
Cuenta de Ahorros Bancolombia: N° 291-861148-23 NIT: 901105772
Celular: 318 365 87 32
Fuente: Semana