La bailarina japonesa Kaori Ito presentó este martes en el Teatro Jorge Isaacs de Cali la obra «Yo bailo porque no confío en las palabras», un encuentro artístico con su padre, con el que dejó de hablar 13 años.
En su espectáculo su cuerpo y los movimientos fueron los principales protagonistas para mostrar al público que muchas veces se transmite más con los gestos que con las palabras.
Ito estuvo 13 años sin tener comunicación con su padre por la distancia geográfica que había entre los dos, aunque asegura que «de pequeña el contacto fue perfecto».
La japonesa en sus obras siempre hace preguntas al público a través de la actitud y en esta presentación mostró a los asistentes la relación que mantuvo con su padre.
«Tenía muchas preguntas para él
y quería que me respondiera. Al comienzo le hice aproximadamente 200 preguntas,
si quería bailar conmigo me tenía que responder todas, pero quería que lo
hiciera a través del cuerpo, no de las palabras» aseguró a Efe.
El padre de la coreógrafa, Hiroshi, comenzó a bailar con la
propuesta de su hija, a los 67 años, y desde que empezaron afirma que «le
salió hasta pelo y camina más rápido». «Descubrí que es un buen
bailarín», añadió Ito.
En escena presentó una imagen sobria con la que ratificó que
con un mismo movimiento o gesto se baila.
«Todos tenemos un cuerpo que piensa diferente a las
palabras, al cerebro, a veces no queremos decir algo pero se nota»,
aseguró.
Sobre Colombia, Ito manifestó que conocía Cali porque había
visto videos de salsa.
Señaló que la capital del departamento del Valle del Cauca
«es una ciudad muy caliente, la gente aquí es muy sencilla, muy calurosa y
muy familiar», así como tiene la impresión, por las clases magistrales que
dio durante los días previos a su presentación, que con los alumnos que
asistieron se conocía de toda la vida.
La japonesa agregó que «los colombianos necesitan ver en
escena otros lenguajes distintos a las competencias de salsa, por eso la bienal
tiene una vital importancia para expresar otras maneras de danza».
«Yo pienso que lo único que puede salvar al mundo es la
danza» concluyó
Con información de EFE