Los restos del exdictador tenían más de 40 años enterrados en El Valle de Los Caídos
España exhuma los restos de Franco a puerta cerrada

• Entre estos estaba el mayor de sus nietos, Francisco Franco, quien tachó de estratagema política la operación y la discreción con la que el gobierno socialista la ha puesto en marcha

Los restos del exdictador español Francisco Franco fueron exhumados el jueves en el Valle de los Caídos, donde se encontraban desde su muerte hace más de cuatro décadas.

Imágenes de televisión mostraron a miembros de la familia de Franco portando su ataúd fuera del mausoleo después de la exhumación, que tuvo lugar a puerta cerrada. El cuerpo fue llevado después al cementerio de Mingorrubio-El Pardo, al norte de Madrid, donde está enterrada la esposa del exdictador.

Con la denegación del acceso a los medios, solo unos pocos elegidos pudieron presenciar la ceremonia: la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, un experto forense, un sacerdote y 22 descendientes de Franco.

Entre estos estaba el mayor de sus nietos, Francisco Franco, quien tachó de estratagema política la operación y la discreción con la que el gobierno socialista la ha puesto en marcha.

“Siento mucha rabia por que se haya utilizado una cosa tan cobarde como exhumar un cadáver como propaganda y publicidad política ante unas elecciones, para intentar ganar un puñado de votos”, indicó.

Los socialistas -que llevan en el Gobierno desde mediados de 2018 y concurrirán a las elecciones generales del 10 de noviembre- llevaban tiempo tratando de exhumar a Franco, quien desató una guerra civil que causó la muerte de unas 500.000 personas entre 1936 y 1939.

El Ejecutivo en funciones obtuvo el respaldo de un Parlamento dividido para trasladar sus restos, decisión que el Tribunal Supremo ratificó tras rechazar el recurso de los descendientes de Franco. El gobierno estima que la operación costará unos 63.000 euros.

“Exhumar el cuerpo del dictador podría suponer que se le dé al Valle de los Caídos su razón de ser original, un proceso normal dentro de democracias como la nuestra”, dijo el politólogo Pablo Simón.

POLARIZACIÓN

Aunque Franco murió en 1975, los ánimos siguen estando profundamente divididos en España en torno a su exhumación de sus restos en el Valle de los Caídos.

Una encuesta realizada en octubre por el periódico El Mundo mostró que el 43% de los españoles apoyaba la medida, mientras que el 32,5% se oponía. El lunes, fuentes gubernamentales dijeron que algunas de las empresas involucradas en la exhumación habían recibido amenazas.

Los partidarios de Franco lo ven como un dirigente firme que fomentó el período de paz más largo de España después de siglos de convulsiones.

Sus detractores, en cambio, han cuestionado durante años la conveniencia de enterrar a un dictador junto a sus víctimas. Miles de cadáveres de partidarios de la República fueron trasladados sin el consentimiento de sus familias al Valle de los Caídos, un complejo construido en parte con el trabajo forzado de presos políticos.

“Ya era hora”, dijo el miércoles a Reuters el historiador de 93 años Nicolás Sánchez-Albornoz. “Hemos estado esperando muchos decenios a que desapareciera de ese monumento, que además era la vergüenza de España”.

Con información de Reuters

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