La prestigiosa compañía Cirque du Soleil llegó a Medellín con los «mágicos insectos» de su espectáculo «Ovo», que el miércoles abre sus puertas para transmitir un mensaje de inclusión entre acrobacias, color y música brasileña.
«Ovo», del portugués «huevo», aterrizó por primera vez en esta ciudad colombiana con presentaciones que irán hasta el 26 de octubre en el Coliseo Iván de Bedout como parte de una gira que realiza la compañía por Latinoamérica.
«Es un show muy popular y con influencia brasileña. Tenemos suerte de estrenarlo en Medellín. Imaginamos una reacción fuerte y muy enérgica del público», expresó el publicista del espectáculo, Nicolas Chabot.
Las cien personas de 25 países que participan en la gira, entre ellos 52 artistas, se reencontrarán con el escenario tras un mes de vacaciones, «algo que nunca pasa» pues ese fue el tiempo que necesitó la logística para trasladar 25 contenedores desde Santiago de Chile hasta Medellín.
Escrito y dirigido por la brasileña Deborah Colker, «Ovo» cuenta la historia de un huevo misterioso que aparece de la nada en un colorido ecosistema habitado por insectos que ven cambiadas sus perspectivas a raíz de este nuevo objeto, que representa el enigma y los ciclos de sus vidas.
Chabot explicó que hay «un mensaje de inclusión» en
esta historia sobre una comunidad de insectos que rechaza a un «insecto
‘extranjero’ que debe ganarse la aceptación» del grupo, en medio de una
historia de amor entre un mosquito azul y una mariquita.
Agregó que la puesta en escena está llena de
«detalles que hacen magia», pues van desde las proyecciones sobre las
paredes hasta la música en vivo y un particular vestuario.
La jefa de vestuario de «Ovo», Mar
González, reveló que a Medellín llegaron con 1.500 prendas, muchas de ellas
diseñadas en Canadá, después de ver a través de un microscopio a insectos para
identificar particularidades y detalles.
«Al ser un vestuario inspirado en el mundo
de los insectos, hay muchos más colores que en otros espectáculos. Es
vibrante», sostuvo la modista española, que lidera un equipo de cuatro
personas responsables de restaurar los sombreros, pintar los zapatos y lavar
las prensas.
La artista mongola Ariunsanaa Bataa, de 31 años,
señaló a Efe que «Ovo» ha retado particularmente a los artistas por
desarrollarse su historia en un pueblo de insectos, lo que exige «muchos
detalles» en la expresión corporal, los comportamientos y el maquillaje.
«Es el único show del Cirque que tiene
insectos. No somos humanos. Yo tengo que actuar como una araña, eso muy
especial», comentó la contorsionista, que lleva una década en la compañía.
Para el francés Kilian Mongey, un acróbata que
da vida a un grillo, la historia es «divertida, tierna y fácil de
entender», por lo que cautivará al público colombiano.
«Si tienes 5 o 70 años igual vas a entender
la historia, pero de diferente manera», expresó a Efe el francés.
«Hace como siete meses estamos en
Suramérica. Cada noche es increíble, nos encanta la energía de los
latinos», agregó Mongey, quien llegó una semana antes a Medellín para
«descubrir la cultura» con su visitas a lugares como la Comuna 13.
El acróbata manifestó que en «Ovo» los
artistas pueden ser «un poco locos en el escenario».
«Tenemos mucha libertad para apropiarnos
del personaje», aseveró.
Esta será la sexta ocasión en que el Cirque du
Soleil presente sus creaciones en Colombia, después de «Quidam» en
2010, «Varekai» en 2013, «Corteo» en 2015, «Séptimo
Día» en 2017 y «Amaluna» en 2018.
Esta compañía circense teatral, considerada la
de más éxito del mundo, es un referente de la escena internacional que desde su
creación en 1984 ha buscado constantemente seducir a la imaginación de
espectadores.
Con información de EFE