
El que la Asamblea Nacional aprobara continuar en la ruta polÃtica y que Juan Guaidó siga siendo el Presidente encargado hasta que ocurra el cese de la usurpación, denota una clara intención de la voluntad polÃtica unánime de los miembros del parlamento en dejar sentado que la crisis venezolana no se superará hasta tanto Maduro no salga del poder.
Esto no es un capricho, ni mucho menos una veleidad polÃtica, es una decisión basada en un razonamiento que entiende que las causas de la crisis humanitaria, económica y social, están enraizadas en un modelo polÃtico perverso que destruye todo lo que hacÃa viable a nuestro paÃs para imponer un esquema societario que ha fracasado en todos los paÃses que intentaron imponerlo.
En una primera etapa, la paz y la reconstrucción de Venezuela pasan por la constitución de un gobierno de transición lo más amplio posible, que prepare las condiciones necesarias para realizar, oportunamente, elecciones libres que permitan la designación de un gabinete, conforme a lo establecido en nuestra carta magna, que rija por 6 años los destinos del paÃs.
Ese gobierno interino, además de asegurar que esas elecciones cumplan con todos los requisitos exigidos por las leyes, tendrá que adoptar medidas de urgencia para aliviar y resolver la crisis humanitaria, asegurar la aprobación, por parte de la AN, de las leyes requeridas para que puedan fluir los recursos financieros y las inversiones requeridas para iniciar el proceso de reconstrucción y enfrentar la desmembración del paÃs que está ocurriendo por la presencia y actividades delictivas llevadas a cabo por las FARC, el ELN y diversas bandas delincuenciales, que pululan por diversos lugares de la geografÃa nacional.
Lamentablemente, todo eso serÃa imposible de continuar la situación actual. Por ello es indispensable que todos aquellos que crean que la democracia es el régimen polÃtico que el paÃs necesita, deben obligatoriamente unirse y apoyar la lucha que lleva a cabo la Asamblea Nacional y el Presidente encargado Juan Guaidó.